Celina González es la Hospitality Manager de MontRubí (Font-rubí), la bodega que se ha llevado el Gran Premi Vinari a la mejor actividad de enoturismo catalán del 2024. El jurado ha valorado la capacidad de la bodega para englobar en una misma experiencia alojamiento, gastronomía, patrimonio histórico, paisaje y producto vinícolas de alto nivel, así como la oferta que se hace al visitante de una experiencia integral, y también la apuesta por un turismo de calidad en el territorio de dónde son originarios, en Font-rubí.
Hablamos con González sobre como han recibido este premio, y qué supone el reconocimiento para la bodega.
- ¿Qué significa para vosotros este gran premio?
Sobre todo es una gran recompensa a todo el esfuerzo diario que persigue cumplir nuestra misión: que el cliente se vaya feliz. Y poder enseñar un trocito de Cataluña y del Penedès. Estamos perdidos en la montaña, y que la gente se desplace hasta allá, y que salgan felices, también es una gran recompensa.
- El jurado ha destacado de vuestro proyecto el valor de recuperar el patrimonio histórico de FontRubí con la rehabilitación de algunas casas. ¿Era este vuestro objetivo cuando decidisteis apostar para incluir alojamiento a MontRubí?
Sí. Siempre ha sido el hilo conductor de MontRubí. Desde la recuperación de variedades autóctonas -y también hemos sido pioneros en la recuperación de la variedad sumoll, hasta recuperar dos edificios: el chalé, que es una casa histórica catalogada, del 1902, y el Edificio Casa Grande, que es otro edificio histórico del año 1771 con gran valor arquitectónico. Y todo esto es el hilo conductor del proyecto.

También es importando la apuesta por un turismo de calidad, con un alojamiento de 5 estrellas. ¿Por qué es importante incluir este tipo de oferta de alto nivel en el Penedès?
Para mostrar que tenemos un potencial de entorno, de gastronomía y vinos con alma. Para hacer que vengan personas de todo el mundo a un rincón como este, el valle del Avellà, y que puedan estar en un hotel de cinco estrellas en medio del Penedès. Y ¡ojalá se sumen cada vez más proyectos, de forma que la oferta turística del Penedès sea cada vez de más envergadura!
- Tenéis bodega, una gama de vinos de calidad y consolidada, el restaurante y el alojamiento, ¿qué le queda a MontRubí para hacer de ahora en adelante?
Seguir creciendo y continuar consolidándonos. Siempre hay cosas en las cuales se puede crecer. Quizás en el futuro podemos hacer un spa. O empezar a recibir otros mercados que todavía no trabajamos, como el del ciclismo.
- Sois precursores en la recuperación del sumoll. ¿Alguna novedad a la vista en cuanto a la gama de vinos?
Tenemos una gama de monovarietales de sumoll que es la columna vertebral de la bodega, y el más reciente es un ancestral de sumoll, que no teníamos. Con esto cerramos la línea de vinos de sumoll.