Desde su creación en 2005 como resultado de la unión de dieciséis cooperativas para construir un proyecto común con valor, Castell d’Or siempre se ha distinguido por la gran calidad de sus cavas, reconocida tanto en el ámbito nacional como internacional a través de distintos premios que lo han reafirmado.

Uno de sus elaborados, el Castell d’Or Brut Nature es uno de aquellos cavas todoterreno que hay que tener siempre una botella a la nevera. Su versatilidad lo hace idóneo para saborearlo en cualquier momento. Es bastante ligero para disfrutarlo como copa de aperitivo, a media tarde o por la noche, y bastante complejo para acompañar la gran mayoría de platos que nos pueden encontrar en una comida.
Su crianza, mínima de 12 meses, le otorga una burbuja abundante, viva y juguetona, a pesar de que bastante fina, de aterrizaje cuchicheando, que refresca y ayuda a resaltar los aromas afrutados, representadas por las frutas de hueso, las frutas blancas y las notas de carácter cítrico, que le proporciona su cupaje, el clásico del cava, donde el xarel·lo está algo más representado con un 40% del total mientras que el macabeo y la parellada representan cada una un 30%.
Una acidez muy bien equilibrada le da frescura y actúa de hilo conductor de un paso de boca donde se muestra afrutado y con el carbónico siempre presente a pesar de que muy bien integrado. Su condición de cava brut nature, con solo 1,2 gramos de azúcar residual, le confiere un final seco pero amable.

De todas las posibles armonías de este cava, que son muchas, hemos escogido una de muy adecuada por estas fechas. Sobre el papel, los cavas brut nature no son los mejores para acompañar los postres, pero la versatilidad del Castell d’Or Brut Nature con un perfil aromático y gustativo que le permite romper esquemas y relacionarse con eficiencia con la coca de San Juan tradicional, la que lleva frutas confitadas y piñones, el que abre la puerta a poder celebrar la noche más mágica del año, de principio a fin con este cava. Nosotros lo hemos comprobado, pero no con una coca de San Juan cualquiera, sino la que se proclamó Mejor Coca de San Juan Tradicional 2023, elaborada en la Panadería Rovira de Santa Agnès de Malanyanes.
Esta coca elaborada de manera totalmente artesana, presenta un aspecto muy atractivo, marcado, por un lado, por el color que le otorga la cocción y, de la otra, por la atractiva distribución de las frutas confitadas y los piñones. La textura del bollo es esponjosa y los diferentes ingredientes están en perfecto equilibrio, resultando mucho golosa y ciertamente ligera. El cava se complementa muy bien con ella, compensando el carácter dulce de la coca sin perder personalidad mientras se relaciona perfectamente con los piñones.