Vadevi es un hermano, para mí y, por lo tanto, brindo por él. Hecha esta alegre declaración de intenciones -el cumpleaños de un medio que habla de vino siempre tiene que ser con vino-, dejadme decir cuatro cosas imprescindibles.
Hacer una revista, un programa, un pódcast, una sección de vino, hoy, es muy difícil. Pero antes era heroico. Ahora hay reticencias. Que si el horario protegido, que equipara vino (cultura y paisaje) con alcohol de alta graduación, que si beber es feo… El Vadevi, con Salvador Cot, que es un alegre, culto y hedonista visionario, acierta en muchas cosas. La principal, tener al frente una mujer de la sensibilidad e inteligencia de Eva Vicens.
Ha hecho, por otro lado, un milagro: los Premios Vinari, que en más de un año he tenido la suerte de presentar con la Txe Arana (presentar este concurso es premiar siempre buenos amigos). Una lista, como hay en otros países, de vinos catalanes, elegida por prescriptores catalanes (¡a ciegas!). Estos vinos se pueden encontrar no solo en la tienda especializada, sino también en el súper. Eso es facilitar el camino a los que se tienen que beber esta cultura. Vadevi tiene una obsesión que comparto (desde el Tast Vertical, de Catalunya Ràdio): poner cara a los elaboradores, como ponemos cara a los cocineros.
Felicidades por ser, por permanecer, amigos del Vadevi. Y para ser cómo se tiene que ser: sonriendo, disfrutando, admirando, brindando. Por muchos años más. ¿Para cuando una quedada para destapar algún Vinari?
