El proyecto de recuperación de variedades autóctonas de viña de Torre Lluvià tiene los orígenes en 2018 y nace fruto de la colaboración entre el Ayuntamiento de Manresa, la fundación AMPANS, Collbaix y el Consejo Regulador de la Denominación de Origen Pla de Bages, que cuenta con el apoyo del INCAVI. El objetivo del acuerdo era recuperar variedades tradicionales de la región y convertir los terrenos de Torre Lluvià en un campo experimental que permitiera estudiar nuevas técnicas de cultivo y vinificación. De este modo, las bodegas elaboradoras podrían obtener nuevas bases de madera y elaborar nuevos vinos con variedades propias y singulares.
Todo el trabajo que hecho a lo largo de todo este tiempo, durante el cual, por cierto, se ha visto alguna vendimia y se ha podido avanzar en la identificación y estudio de algunas variedades, son ahora motivo de reconocimiento con este Premio Vinari AGBAR al proyecto de recuperación de viña que se ha dado a los impulsores del proyecto este viernes 4 de octubre el marco de la gala de entrega de galardones del concurso de vinos catalanes.

El Bages, un territorio con larga tradición de viña
El Ayuntamiento de Manresa cedió el terreno a AMPANS, responsable del cultivo y la vinificación, y a la DO Pla de Bages, que es la responsable de coordinar el proyecto y hacer la asesoría con el apoyo del INCAVI. El acuerdo inicial previó que la plantación se hiciera en dos fases: una primera, el año 2018, en que se plantaron almendros, olivos y una parte de viña a la parte nordeste de la finca, y una segunda, el año 2019, en que se plantó viña al sector sudeste de los terrenos.
La DO Pla de Bages tiene identificadas más de 25 variedades autóctonas, no todas exclusivas del Bages (endémicas). Estas variedades se han encontrado en viñas antiguas o bien en medio del bbosque,osque en lugares que antes había ocupado este cultivo. Esta riqueza varietal es consecuencia del hecho que hace 150 años el Bages estaba cubierto de viña, de hecho, en aquellas fechas se contabilizó más de 28.000 tiene que viña. Entre las variedades que se quiere recuperar están lo turbat, pensare, malvasia manresana o negrelló. Hay que tener en cuenta que existen variedades de las cuales se conservan muy pocas cepas y, por lo tanto, el tiempo necesario para conseguir una amplia plantación es lento.
