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Recaredo celebra las veinticinco añadas de su icónico Turó d’en Mota

El año 1999 la bodega Recaredo tomó una decisión que marcaría el inicio de una nueva era, por visionaria e inusual: producirían un vino escumós hecho de una única variedad, la xarel·lo, nacida de una única viña, demostrando su capacidad de envejecimiento dejándolo criar durando toda una década en botella antes de sacarlo al mercado. De aquella añada elaboraron un total de 2.973 botellas, de las cuales -con visión de futuro- reservó una partida que ahora los ha permitido elaborar las Enoteques de Turó del Mota.

Pero no nos avanzamos a la historia. Volviendo a los orígenes, recuerdan como visualizaban un producto singular y único. Un vino que hiciera bandera de la variedad estrella del territorio, que supiera escuchar y transmitir la «complicidad con la natura, de cosecha manual, de vinificación y crianza paciente«. Como resultado, un vino que, veinticinco años después, ha acontecido un icono entre los vinos con burbujas nacidos en el coro del Penedès, «uno de los mejores escumosos de Cataluña, a la altura de los mejores del mundo», apuntará el sumiller Josep Pitu Roca.

Enoteca 1999 de Turó del Mota | Foto: Recaredo

Una cata vertical a la Bodega de Can Roca

En Pitu Roca lo decía mientras ejercía de maestro de ceremonias de un acto que la bodega organizó a la Bodega de Can Roca y que permitió probar -y maridar- las 25 añadas del Turó del Mota. Una extraordinaria cata vertical en el cual no solo se pudo ver la evolución de un producto y de todo un proyecto de vida, sino que sirvió para homenajear a las personas que han hecho posible este legado, desde los actuales responsables Tu y Josep Mata, tercera generación, hasta la Antoni Mata Casanovas, padre de en Tu y segunda generación de Recaredo.

Durante el acto se sucedieron constantes muestras de satisfacción y agradecimientos a tanta gente que ha hecho posible esta revolución, incluso, recordando los fundadores del proyecto «quiero agradecer al padre su generosidad, mestria y sobre todo la valentía«, decía un emocionado Antoni Mata. Y seguía agradeciendo el apoyo de tanta gente que ha hecho posible o acompañado este hito. «Es muy gratificante ver que nuestra apuesta ha acontecido una fuente de inspiración para el sector», añadía.

Después de un primer acto, en el cual se pudo maridar con aperitivos las añadas 2010 a 2022 y el vino baso de esta última vendimia (y que todavía están haciendo crianza a la bodega); y de un segundo que permitió probar todos y cada uno de los vinos de entre 2009 y el 1999 con un plato especial creado por los hermanos Roca, la bodega dio la última sorpresa a la velada. Han decidido poner al mercado el Enoteca 1999 de Turó de Mota, unos ciento cincuenta botellas numeradas, apuntaba en Tu Mata, de un Corpinnat hecho con uva de xarel·lo y que ha superado los 23 años de crianza en botella. No tan solo esto, sino que, como avanzaba Tu Mata, «la idea es darle continuidad«, es decir, que irán poniendo al mercado las añadas siguientes, 2000, 2001, 2002, de manera periódica, a medida que superen los 23 años de crianza.

Esta celebración es la antesala del centenario de Recaredo, que toma como punto de partida los inicios del fundador Josep Mata Capellades en el universo del vino escumós de calidad como desgorjador profesional.

Viña del Turó d’en Mota | Foto: Recaredo.

Una viña prácticamente olvidada que volvieron a la vida

Tu Mata quiso dar parte del protagonismo de la jornada en su origen de todo: la viña. Turó del Mota, explican, es una de las pocas viñas viejas que perviven en el Penedès. Fue plantada en 1940 al término municipal de Sant Sadurní d’Anoia. «Cuando tuvimos la oportunidad de comprarla, estuve dos meses sin dormir», recuerda Mata. «Tenía las aptitudes y características idóneas para obtener un vino de parcela, un vino escumós de terruño».

Explican, entrando al por menor, que las particularidades de esta viña radican en un suelo con abundante presencia de nódulos calcáreos y en una exposición nordeste que propicia un ciclo vegetativo más pausado. Las cepas están formadas vas (formación tradicional de la planta, sin emparrar) y la parcela consta de una extensión de 0,97 hectáreas. «Turó del Mota era una viña vieja prácticamente olvidada. A finales de los 90 tuvimos la oportunidad de recuperarla elaborando el primer vino espumoso hecho 100% de xarel·lo, con una larga crianza hasta el momento inexplorados y -el más importante para nosotros- el primer de parcela única en todo el Estado… Arrancar una cepa sería como desarraigarnos a nosotros mismos», compartía Tu Mata.

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