VadeVi
Suriol, Guillaumes y Camps se unen para salvar la Tonelería Torner

«Llega el momento de jubilación y de abrir una nueva etapa de nuestra vida». Era una despedida amarga, el fin de etapa de una de las empresas más reputadas y con solera de fabricación de botas y tinas de calidad de Cataluña. Agustí y Montse anunciaban el cierre de la Boteria Torner, una compañía de larga tradición en el Penedès de la cual ya consta documentación el año 1739. El 1 de abril de este 2023 tenía que ver cerrar la persiana por última vez. Pero finalmente, ha obrado el milagro.

«La Boteria Torner es historia viva del Penedès«, se ha podido leer esta semana a través de las redes sociales; «la única empresa catalana con conocimientos y capacidad para fabricar botas» y que, además, «se ha ganado lo respeto y la reputación del sector«.

Es un escrito que se ha compartido al nuevo perfil de Instagram de la tonelería y que firman Nuria Guillaumes, Sergi Camps, Francesc Suriol y Asís Suriol. «Un grupo de gente amante de Cataluña, del Penedès y en parte ligados con la Boteria Torner y el mundo del vino en general» que, anuncian, «nos hemos puesto al frente por coger el relevo de la familia Torner para darle una nueva vida«, anuncian.

View this post on Instagram

A post shared by Boteria Torner 1739 (@boteriatorner1739)

Un país de vinos tiene que tener tonelerías

Francesc Suriol atiende Vadevi y celebra la noticia con satisfacción. «No puede ser que en un país de vinos como nuestro no tenga ni una tonelería», comparte. «Y tantas como existían en el Penedès», lamentaba, recordando que a primeros del siglo XX y solo a Vilafranca tenían censados un centenar.

El actual responsable de la bodega Can Suriol comparte que conocía de años el hasta ahora propietario, Agustí Torner, y que sumado a la cuestión sentimental, de territorio y de país, eran los únicos que los proporcionaban toneles de castaño con las cuales hacen crianza algunos de sus vinos. «De entrada, todo parecía muy complicado, recuerda, pero la confluencia de intereses con Sergi Camps, que conoce bien el segmento de la maquinaria moderna, la Asís y la Nuria, decidimos unir conocimiento, voluntad y capacidad y salir adelante». «Merece la pena intentarlo«, pensamos.

El 31 de marzo firmaban la compra; y desde entonces todo ha ido de prisa y ya han trasladado las maquinarias a una antigua nave, la 67 de la calle Melió de Vilafranca del Penedès, que casualmente ya había estado suyo hace muchos años de una tonelería de tinas de madera. «La transición ha estado muy buena, los antiguos propietarios nos han ayudado mucho». «Queren el negocio, siempre ha sido así y lo siguen demostrando en este nuevo camino que justo ahora iniciamos».

En cuanto al futuro, apuntan que «volamos un proyecto coral de territorio y de país«. Y para que así sea, piden la «implicación de todos, desde los proveedores hasta los clientes, pasando por los amigos y conocidos», para intentar guardar, mejorar y proteger el oficio de boter, «un bien inmaterial de interés cultural«, concluyen.

Taller de la Tonelería Torner
Taller donde hasta ahora se trabaja la madera | Foto: Tonelería Torner

Tonelería Torner, desde 1739

El año 1739 el boter Simó Torner se casó con la también hija de boter Teresa Estalella, dando así continuidad a el taller de la familia Estalella, que pronto derivaría hacia la alcurnia de los Torner.

Alrededor de 1950, Josep Torner y Joven (sexta generación) y su hijo Josep Torner y Martí decidieron abrir un nuevo taller en Vilafranca del Penedès, y es el 1998 cuando se hace el traslado en Sant Cugat Sesgarrigues, donde Tonelería Torner ha cerrado la última etapa con la familia, siendo Agustí Torner Samper la octava generación que ha regentado el negocio, hasta que ahora se ha vuelto a Vilafranca.

Més notícies

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa