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Revolta Pagesa habla de los orígenes de la comunidad de regantes en Penedès

Esta semana informábamos de un acuerdo histórico que ha puesto en un mismo proyecto los viticultores del Penedès y la Administración, con el objetivo común de crear una comunidad de regantes en la veguería. Este viernes, algunos de los protagonistas de la historia, entre los cuales, miembros de la Revolta Pagesa, han firmado un comunicado que relata cómo han vivido esta gestación.

2023: un año que se recordará…

«Todo empezó cuando acabó la vendimia 2023. Será un año recordado. Fue la vendimia más corta que los viticultores del Penedès recuerdan, debido a la fuerte sequía; incluso muchas cepas no pudieron soportar la falta de agua y acabaron muriendo», empieza el texto. Y sigue recordando que, a pesar de que este año pasado no fue aislado, sino que ya venían «años que las cepas veían menguadas las suyas producciones a causa de la falta de precipitación, el 2023 fue extremo». Tanto, dicen, que «los viticultores más grandes no lo habían visto nunca.» Este hecho, recuerdan, provocó la creación de dos grupos de viticultores y elaboradores independientes, un surgido en el Baix Penedès y otro surgido en el Alt Penedès.

El campesinado protagonizó varias tractorades para pedir mejoras en su situación | Foto: ACN

Los protagonistas del Alt y Baix Penedès

El texto continúa con nuevos detalles. «El grupo del Baix Penedès -formado exclusivamente por viticultores- vieron que las depuradoras abocaban diariamente una gran cantidad de agua en el mar e iniciaron los pasos para poder hacer uso de esta agua, para garantizar la supervivencia de sus cultivos«. El primer paso, recuerdan, fue pedir una reunión con el DARP del Baix Penedès y en octubre, los viticultores ya tuvieron la primera reunión con el Consejo Comarcal y el director del ACA «en la cual ya se propuso el aprovechamiento de las aguas de las depuradoras que son abocadas en el mar», dice el texto. A partir de aquí, «y con la ayuda del DARP, se mantuvieron reuniones explicativas con todos los ayuntamientos de la comarca, con la diputación, diputados y partidos políticos de todos a los grupos, encontrando en todos ellos el apoyo». Incluso, puntualizan, «a través del Departamento también se ayudó con la complicidad de las cooperativas para salir adelante este proyecto».

Paralelamente, recuerdan, en el Alt Penedès se iba formando un grupo formado en este caso por viticultores, elaboradores, técnicos agrícolas, miembros de la Asociación de viticultores del Penedès y otros miembros de asociaciones agrarias sin representación oficial en la Generalitat. «El origen estuvo a la bodega Llopart, puesto que esta bodega diseñó una máquina inspirada en una aserpiadora, que tiene como finalidad reducir la escorrentía y captar el agua en momentos de intensa precipitación». Entonces, relatan, nació «la necesidad de crear un grupo para mirar de buscar soluciones en la sequía«. El texto recoge que «propusieron posibles soluciones para hacer frente a las condiciones de cambio climático que está sufriendo la viña», pero después de propuestas y técnicas, llegaron a la conclusión que «por muchos trabajos y técnicas aplicadas a la viña, si no hay una precipitación mínima anual, la viña en el Penedès no es viable». Había que continuar buscando soluciones, y esta actitud provocó que el grupo se reuniera con la Administración: pedían encontrar la manera de llevar agua en el territorio que permitiera garantizar un riego de apoyo a los cultivos a partir, por ejemplo, de depuradoras.

El mes de junio de aquel año, los dos grupos se encontraron, y «el entendimiento fue muy bueno», confiesan.

La convulsión de la Revolta Pagesa y el acuerdo con la Generalitat

Pasan los meses, continúa el relato, y nos encontramos en el mes de febrero del 2024, cuando surgió la Revuelta Campesina, «que también mantuvo reuniones con el gobierno, comunicando la necesidad de llevar agua a zonas agrícolas que se veían muy afectadas por la sequía». Hubo manifestaciones, tractoradas y el objetivo común de pedir «compromiso a los partidos políticos para garantizar la supervivencia por los cultivos». «Revuelta Campesina hizo de enlace entre los grupos surgidos a las dos comarcas y presionó a los partidos políticos porque se pudiera llevar agua en el Penedès», apuntan.

Por último, cierra el manifiesto, la reunión definitiva de este 10 de julio. La convoca la Generalitat, y acontece un encuentro con las organizaciones e instituciones agrarias y vinícolas del Penedès, «en total éramos unas 40 personas«. En esta reunión el gobierno catalán comunicó que «estudiaría todas las fuentes de agua posible que hay en la comarca, posteriormente se haría un estudio de ejecución del proyecto para poder llevar agua a las viñas del Penedès y paralelamente se constituiría la comunidad de regantes del Penedès».

«Todos los integrantes de la reunión estuvieron a favor» concluye el texto.

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