El monasterio de San Benedicto del Bages tiene una larga tradición entre los navarclins y navarclines, que una vez al año recuerdan la relación y la conmemoran a través de una feria que viste y traslada el pueblo en la época medieval. Precisamente este primer fin de semana de abril, la decimonovena cita ha llenado el municipio del Bages de actividades de todo tipo y para toda clase de públicos: teatro, danza, música, circo, actividades infantiles, zona gastronómica, vinos y muestras de oficios…, todo ello ha permitido hacer este viaje en el tiempo y celebrar reencontradas tan esperadas apenas ahora que podemos dar por superada la pandemia.
Los Premios Vinari ponían los vinos
Los Premis Vinari participado por primera vez al evento por primera vez. Se instaló en el Parque Marcel·lí Monrós una amplia barra de vinos en la cual se ofrecía la posibilidad de conocer y sobre todo probar los vinos de algunas bodegas reconocidas con medalla en alguna de las ediciones del concurso. A pesar de ser la primera vez, la aceptación fue muy buena y tanto la organización como las personas asistentes han compartido una valoración muy positiva.
La barra de vinos ha permitido probar vinos locales, de la región del Bages y conocer algo más sobre su larga tradición vitivinícola, así como también procedentes de otros territorios de Cataluña.
Pleno en las actividades de catas guiadas
La feria también ha invitado a participar en algunas catas de vinos bajo el guiaje del director de los Premis, Ramon Roset. Las jornadas, que han hecho pleno, han permitido compartir vinos de bodegas locales de la zona del Plan de Bages. Había vinos de variedades locales como el picapoll blanco y lo mandó o variedades internacionales como el cabernet sauvignon y merlot, hechos por la Bodega Cooperativa de Artés, la bodega Abadal, Fargas Fargas y Heretat Oller del Mas.
