De Vinis es un libro medieval de fórmulas y recetas de vinos para curar o mejorar aspectos de la salud, escrito en latín, que se atribuye a Arnau de Vilanova (1238/40?-1311). Fue publicado en la Colección Clásicos Valencianos con introducción, transcripción y valiosas notas de Vicent Lluís Simó Santoja.
Arnau de Vilanova, médico, profesor y escritor medieval, a veces perseguido por sus concepciones espirituales a la vez que protegido por reyes y papas, firmó su obra principal Regimiento de Sanidad, unos escritos médicos que fueron traducidos a varios idiomas y durante siglos divulgado y leído, que contienen numerosos consejos relacionados con la alimentación y la salud.
El vino de eufrasia, para reforzar y mejorar la vista
De Vinis contiene 51 fórmulas (ponen el número entre paréntesis), explica en detalle para qué sirven, cuando la mayoría tienen más de una aplicación, y también como se elaboran -a veces escribe las medidas y a veces no-, como el Vino de eufrasia (16), todavía hoy se recomienda esta planta medicinal –Euphrasia officinalis– por lo mismo que aconseja Arnau de Vilanova: reforzar y mejorar la vista, incluso nos dice que quienes leen con gafas, se las podrán sacar y leer letra muy pequeña. Las gafas es un invento del tiempo del autor, antes leían con la ayuda de lupas ya conocidas en tiempos de los griegos. A la fórmula medieval, la planta se mezcla con vino, y comenta que si sale muy fuerte se puede rebajar con agua de hinojo y todavía si puede añadir azúcar, también dice que esta planta en polvo va bien para comerla con la becerra y con el huevo.
El Vino de miel (38) se puede hacer de dos maneras: al natural, dejando secar la uva a la viña y después se prensa, ahora este vino lo denominamos vino de pasas, en tiempo antigua Roma, Plini el Viejo, en el libro XIV (XI. 4.) de su Historia Natural explica cómo se hace. La otra manera es «artificial», es decir, añadiendo pasas a un vino bueno. En cambio, lo que denomina Vino de pasas (5) lo hace poniendo pasas y especies al vino. Mezcla una parte de una carga de vino, medida que varía según el lugar, por ejemplo en la Barcelona medieval eran a unos 121,40 litros, con 2 libras de pasas sin cola, 1 o 2 onzas de canela en polvo y lo hace hervir, después lo mezcla con el resto del vino. Lo recomienda por los viejos, por los decrépitos y por los fleumáticos, engorda a las mujeres, conforta estómago, el hígado y va bien para la tos y el asma y es un buen vino para beber todo el invierno.
Otro vino especiado es el Vino que denominan Néctar (43). Mezcla por un sextario de vino (unos 547 ml) recomienda hacerlo con vino bueno o griego del mejor, mezclado con dos dracmas (más o menos 9,5 gramos) de jengibre, de claves de especia y de canela y una dracma de grandes del paraíso, una especia de origen africano (Aframomum melegueta) con un gusto complejo, trazas de cítricos, notas de jengibre y de cardamomo, es picante, al vino también escribe que podemos mezclar-o con un poco de miel o azúcar. El néctar era la bebida o alimento de los dioses griegos, Ateneo de Nàucratis, en su obra La cena de los eruditos, Ariston de Céos, (Libro II, 38f) explica que los habitantes de la región del Olimpo denominan néctar a una mezcla de la misma proporción de vino y de panal de miel mezclados con flores olorosas.
Estos vinos con miel y especies eran muy valorados en la época medieval, el piment acompañaba los barquillos en Navidad y lo tomaban en ocasiones especiales, unos siglos antes los romanos hacían el mulsum, un vino con miel y pimienta.
Vino de rosas, vino de absenta
Encontraréis en el libro más menciones al vino, como con los vinos de rosas (28), un vino salviat (19) o vino giroflat, lo hace aromatizando el tonel de vino con un saquito claves especia (39).
La última fórmula es un vino de absenta (51), donde pide triturar el ajenjo (Artemisa absintium) y mezclarlo con un vino cálido, es una de las plantas de las fórmulas de los primeros vermuts, ya presente también al recetario de Apici de cocina de la antigua Roma (s. I), la receta romana, lleva ajenjo, un dátil de Tebas, mástico, es la savia amarillenta, semitransparente, que se obtiene haciendo un corte a la corteza de la planta del lentisco (pistacia lentiscus), nard y azafrán. Arnau de Vilanova, lo recomienda para muchas enfermedades, es un poderoso antiveneno, va bien para contrarrestar la belladona y la cicuta, cura heridas, llagas.