Explorar Cataluña a través de sus rutas del vino es una invitación a recorrer paisajes con alma, donde la viña no es solo cultivo, sino testigo de siglos de historia, cultura e identidad. De los viñedos costeros del Maresme a las escarpadas terrazas del Priorat; de los campos silenciosos de la Terra Alta a las colinas bañadas por la tramontana del Empordà, cada territorio vinícola guarda una forma propia de entender el vino y la vida. En estas rutas, el vino se convierte en hilo conductor de experiencias únicas: paseos entre cepas, catas con paisaje, gastronomía local, patrimonio rural, leyendas antiguas y proyectos enológicos que miran hacia el futuro sin olvidar las raíces.
Ruta del vino DO Alella
Los vinos de Alella están arraigados cerca de Barcelona desde los tiempos de los romanos. Hoy sobreviven cerca de la gran ciudad convertidos en la denominación de origen más pequeña de Cataluña. Explorándola, seguirás las huellas de los vinos laietanos, el nacimiento del cooperativismo, el aroma de la antigua vida rural y la personalidad de unos vinos urbanos que fueron emblema de la pujante burguesía catalana. La salinidad y la mineralidad de sus vinos blancos de pansa blanca, unos tintos ligeros, espumosos de larga crianza y dulces persistentes ofrecen un abanico de posibilidades para todos los paladares.
Propuesta: Pasea por las calles estrechas de Alella, contempla la cooperativa modernista, descubre los mosaicos de viña que descienden la sierra y prueba el carácter de la Pansa Blanca en la pintoresca Compañía Vinícola a menos de 20 minutos de Barcelona.

Ruta del vino DO Empordà
Volcado al mar y acariciado siempre por el temperamental carácter de la tramontana, el Empordà ve nacer unos vinos resplandecientes. Recorrer sus viñedos es viajar en la historia y dejar que la influencia mediterránea se mezcle con el arte, una cocina delicada y sublime, la tradición milenaria y la osadía de los viticultores para dar luz a unos vinos cargados de genio. Rincones de belleza mineral, restaurantes de ensueño, pueblos de luz pura, bodegas para todos los gustos y la auténtica cultura del vino te esperan.
Propuesta: Deja la vista en la inmensidad del mar mientras disfrutas de un picnic regado con una buena Garnacha en una cala recóndita rodeado de viñas y bosques.

Ruta del vino de la DO Pla de Bages
La persistencia y la tenacidad de unos pocos viticultores intrépidos han permitido recuperar el patrimonio de la que fue una de las zonas vitivinícolas más importantes del país. A los pies de Montserrat se extienden viñas resguardadas por bosques, tinas resurgidas del olvido, cabañas de piedra seca, pequeñas bodegas y proyectos imponentes. Con el picapoll como variedad emblemática, en el pla de Bages encontrarás vinos y cavas singularísimos, hijos de un legado que resucita y que son memoria viva.
Propuesta: Sumérgete en la historia del vino catalán descubriendo tinas, cubas y barracas de piedra seca entre terrazas y bancales abandonados en medio de los bosques y las viñas donde nace la Picapoll.

Ruta del vino de Lleida
Recorrer la ruta que se adentra por las Tierras de Poniente permite descubrir una de las caras más expresivas, originales y sorprendentes del vino catalán. De los vinos de altura que arraigan con fuerza en el Pirineo a las bodegas que recuperan una tradición que estaba extinguida, de pequeños proyectos que ponen en valor la viticultura de secano a bodegas que han apostado por la elaboración de vinos con carácter, esta ruta te permitirá conocer pueblos de postal, una cocina rural de sabor popular, paisajes vírgenes y viticultores francos y abiertos dispuestos a revelar los secretos de la Cataluña menos conocida.
Propuesta: Bajo la mirada de los imponentes Pirineos, avanza en busca de unas viñas recuperadas, visita pueblos milenarios de espíritu rural y prueba los vinos que nacen al pie de la nieve.

Ruta del vino del Penedès
El corazón de la Cataluña vitivinícola ofrece todo lo que los amantes de los buenos vinos pueden desear: un mosaico de viñas, pueblos tranquilos, pequeñas bodegas familiares, bodegas imponentes, alojamientos, una colección de vinos y espumosos amplia y generosa y todo un abanico de experiencias enoturísticas activas a lo largo de todo el año. A medio camino entre Barcelona y Tarragona, el Penedès es diversidad de paisajes, es turismo, gastronomía, cultura y patrimonio. ¡Hazlo tuyo!
Propuesta: Pasea entre viñas caminando o en bicicleta, disfruta de una comida con productos únicos y autóctonos, participa en una cata en un wine bar a media tarde, y contempla la puesta de sol desde un Miravinya. El Penedès es tranquilo, tómalo con calma y haz tu propia ruta para descubrirlo pueblo a pueblo.

Ruta del vino del Priorat
La tierra árida y exigente de llicorella da vida a unos vinos de personalidad acusada. El poder de la garnacha y la cariñena han llevado el nombre del Priorat y del Montsant a las grandes mesas del mundo y han convertido este trozo de país, esculpido por riscos y pendientes pronunciadas, en dos de las denominaciones de origen más interesantes de visitar. Y no solo por la calidad de unos vinos elegantes, voluminosos, intensos y profundos, sino también por el espíritu revolucionario y la sensibilidad de unos viticultores conscientes del patrimonio que les han legado.
Propuesta: Recorre las carreteras y los senderos del Priorat en bicicleta; practica el senderismo rodeado de riscos y bancales de viña; contempla la puesta de sol en un mirador de belleza espectacular y descubre el paraíso de la Garnacha y la Cariñena.

Ruta del vino de la DO Terra Alta
El espíritu mediterráneo que desprende la Terra Alta y que enamoró a Picasso es, también, la patria de las mejores garnachas blancas. Mosaicos de almendros, viña y cereales; una naturaleza virginal; el encanto de la vida rural; la presencia de los Puertos; la calma, la tranquilidad, y ver cómo la vida parece inalterable mientras saboreas unos vinos afrutados, con cuerpo, untuosos y agradables al paladar. Entre bodegas cooperativas que están actualizando las colecciones y proyectos de autor, encontrarás buena cocina, actividades de turismo activo, historia bélica y el encanto de la Cataluña interior. Si buscas un enoturismo auténtico y genuino, la Terra Alta no te decepcionará.
Propuesta: Entre trincheras, memoriales, paisajes de muerte y de supervivencia, viñas y bodegas, revive el escenario bélico de la mayor batalla de la Guerra Civil en el país de la Garnacha Blanca.

Ruta del vino DO Tarragona
No hacen ruido —todavía— y parece que no están, pero los vinos de la DO Tarragona se están despertando. Y con fuerza. Si los escuchas, susurran ecos de historia antigua, de un pasado glorioso, de una industria potente, de vermuts, de cooperativas, del gran río de vida que es el Ebro y de una cocina de producto excelso, que mira al mar y a las tierras de interior. El sur guarda sorpresas insospechadas, con propuestas deportivas, culturales, familiares y naturales que, como sus vinos, no se pueden dejar perder.
Propuesta: La llama viva, la brasa, la hermandad, la salsa ligada, una comida copiosa y los mejores vinos de Tarragona son la clave para entender el espíritu de la auténtica calçotada.

Ruta del Trepat
La ligereza de la variedad trepat ha construido la nueva voz de los vinos de la Conca de Barberà, una tierra ligada a la viña desde los tiempos de la reconquista, que vio florecer la cultura del vino gracias a los monjes cistercienses, que fue testigo directo del boom cooperativo, que conserva bodegas modernistas que son auténticas catedrales del vino y que, hoy, resurge gracias a viticultores que miran al pasado para construir el futuro. El vivero de celleristas, iniciativas inspiradas en el trepat y otras variedades autóctonas, y la voluntad de modernizar el panorama vitivinícola, constituyen el principal atractivo de una DO que tiene mucho camino por recorrer. Sé el primero en hacerlo y no te arrepentirás.
Propuesta: Explora los límites del arte y el vino participando en la Feta del Trepat, un festival cultural donde viticultores, creadores, músicos y amantes del vino descubren la vitalidad de una de las Denominaciones catalanas por descubrir.

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