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Maridajes catalanes de Semana Santa con el vino como protagonista

La Semana Santa es una época especial, donde las tradiciones gastronómicas catalanas cobran protagonismo en nuestras mesas. Platos como el bacalao, la tortilla de alcachofas, los buñuelos de Cuaresma, la mona de Pascua y otras especialidades marcan esta festividad, pero, más allá de los sabores y olores tradicionales, el vino puede ser el componente esencial para enriquecer la experiencia gastronómica.

En Catalunya, la variedad y la calidad de los vinos autóctonos son un reflejo de la riqueza del territorio. Cada Denominación de Origen nos ofrece una gama de vinos que se pueden maridar con estos platos típicos de Semana Santa, aportando complejidad, frescura y profundidad. A continuación, Vadevi propone maridar cuatro platos tradicionales de Semana Santa con vinos catalanes que, a través de sus características únicas, hacen que cada bocado sea una experiencia sensorial completa.

Espinacas con pasas con piñones con Sumoll joven

Las espinacas con pasas y piñones son un plato típicamente ligero, pero con una combinación de dulzor y amargor que necesita un vino fresco y con acidez. El sumoll, una variedad autóctona que ha sido recuperada en los últimos años, es una excelente elección para maridar este plato. El sumoll joven es un vino que presenta una acidez vibrante y una estructura ligera, con aromas de fruta fresca y un toque herbáceo que complementa perfectamente las notas vegetales de las espinacas.

Este vino joven y fresco no solo aporta una sensación refrescante al paladar, sino que también equilibra el dulzor de las pasas y el ligero amargor de las espinacas, ofreciendo una sensación de limpieza entre cada bocado. El sumoll es también un vino con una gran personalidad, que añade un toque original y diferente de los maridajes tradicionales.

Recomendación: Sumoi Barmei de Vinyes Singulars, un vino fresco y afrutado que expresa la personalidad de la variedad sumoll con una acidez viva y un toque herbáceo que acompaña perfectamente platos vegetales como las espinacas.

Sumoi Barmei de Vinyes Singulars / Cedida
Sumoi Barmei de Vinyes Singulars / Cedida

Bacalao con pasas y piñones con Garnacha blanca del Priorat

El bacalao con pasas y piñones es un plato profundamente integrado en la cocina catalana de Semana Santa. La combinación de la salinidad del bacalao y el dulzor de las pasas y los piñones crea una armonía de sabores que necesita un vino con cuerpo para equilibrar los matices. La garnacha blanca del Priorat es la propuesta ideal para este maridaje. Esta variedad de uva, tan vinculada al terruño del Priorat, se caracteriza por su acidez viva y su cuerpo robusto, con una gran capacidad de expresar los sabores de la tierra.

El Priorat es una de las zonas vinícolas más importantes de Catalunya y, por tanto, una garnacha blanca de la zona puede equilibrar la salinidad del bacalao mientras añade una estructura que resalta el dulzor sutil de las pasas. Además, su crianza en barrica aporta una complejidad extra con notas de frutos maduros, cítricos e incluso un ligero toque de minerales, creando una sinergia perfecta con los sabores del plato.

Recomendación: Coma blanca, de la bodega Mas d’en Gil, un ejemplo de garnacha blanca fermentada en barrica, con notas de fruta madura y una mineralidad que refleja la dureza del suelo del Priorat.

Coma blanca, de la bodega Mas d’en Gil / Cedida
Coma blanca, de la bodega Mas d’en Gil / Cedida

Buñuelos de Cuaresma con Mistela del Empordà

Los buñuelos de Cuaresma, dulces y ligeros, tienen una textura aireada que se complementa perfectamente con una bebida dulce. La mistela del Empordà es una de las opciones más delicadas y complejas para maridar estos dulces. 

La mistela, con su toque afrutado y las notas especiadas, no es solo dulce, sino que también presenta una acidez que ayuda a equilibrar la textura ligera de los buñuelos, evitando que se vuelvan demasiado empalagosos. A medida que el vino entra en contacto con el paladar, sus notas de frutos confitados, flores y un toque ligeramente especiado resaltan los sabores del buñuelo sin enmascararlo, creando una armonía perfecta entre el dulce y la acidez.

Recomendación: La mistela Perafita, de la bodega Martin Feixó, una mistela elaborada con Moscatel de Alejandría, con una acidez que equilibra la dulzura del plato y una estructura ligera que enriquece la experiencia.

La mistela Perafita, de la bodega Martin Feixó / Cedida
La mistela Perafita, de la bodega Martin Feixó / Cedida

Mona de Pascua con Espumoso ancestral rosado de trepat

La mona de Pascua es uno de los dulces más esperados de la primavera, y se presenta en diversas variantes, desde la bollería hasta el chocolate. Un vino espumoso ancestral rosado de trepat puede ser el maridaje perfecto para complementar esta dulzura. El trepat, una variedad autóctona catalana, es ideal para vinos espumosos por su acidez fresca y sus notas de fruta roja.

Los espumosos ancestrales, con su fermentación en botella, presentan burbujas finas que añaden frescura y efervescencia, y una acidez viva que limpia el paladar entre bocados de mona. Este vino espumoso, con sus aromas de frutos rojos, ofrece una complejidad y una textura que complementa a la perfección la dulzura de la mona, sin sobrecargarla.

Recomendación: Ancestral Trepat de la bodega Sanromà, un espumoso rosado que expresa la frescura y las notas de frutas rojas propias del trepat, con una acidez vibrante que equilibra la dulzura de la mona.

El Ancestral Trepat de la bodega Sanromà / Cedida
El Ancestral Trepat de la bodega Sanromà / Cedida

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