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Simfonía de sabores: cuando la música se convierte en el maridaje perfecto de un buen vino

El vino es el mejor acompañante de los eventos. No es ningún secreto que este producto tan querido en Cataluña alegra cualquier situación, momento o incluso comida. Los catalanes vivimos ligados a los recuerdos de los buenos momentos y muchas veces van acompañados de un buen vino. Sin embargo, los secretos de esta bebida tan compleja pasan desapercibidos para el ojo humano, una razón de peso para que las catas se hayan convertido en uno de los eventos preferidos de los amantes del vino. No obstante, la originalidad de las iniciativas es lo que normalmente hace que las bodegas se llenen y, por tanto, estas ideas innovadoras acaban siendo la excusa perfecta para disfrutar de un buen vino, aprender sobre su producción y enamorarse de sus detalles. La propuesta de Marcel Gorgori busca precisamente no perderse ningún detalle del producto, pero con un elemento diferencial: la música.

«Es la unión de dos culturas muy diferentes, pero, al fin y al cabo, culturas ambas», explica el periodista experto en música y vino en una entrevista a Vadevi. Sus catas son un reclamo social precisamente por la combinación de estos dos elementos culturales y su técnica no tiene nada que envidiar a los eventos de vinos tradicionales. En el marco de la Semana del Vino de Rubí, Gorgori presenta una de estas catas diferentes, donde no solo busca transmitir todos los matices de un buen vino a través de la vista, el olfato y el gusto, sino que añade el oído, muchas veces separado de los otros sentidos en estos eventos, pero igual de importante. «Cuando imaginaba estas catas quería demostrar el vínculo entre dos de mis pasiones: el vino y la ópera», reconoce el periodista. Es por eso que, a base de melodías conocidas por todos, Gorgori consigue explicar texturas, sabores y colores de una excelente selección de vinos.

La técnica de relacionar la música con el vino puede sonar disparatada, pero el experto se asegura de ligar cada detalle de sus dos pasiones. De esta manera, él mismo relata en este diario que la clave se encuentra en intentar percibir las similitudes entre la música y la bebida, al igual que se haría en una cata tradicional con los gustos y sabores: «Cuando dicen que un vino sabe a cereza no significa que lleve esta fruta, sino que la sensación al probarlo hace pensar en ella», remarca el experto. En su opinión, todo lo que se puede relacionar con otros productos también se puede hacer con la música, donde además, se añade un sentido más, lo que convierte la cata en una auténtica experiencia multisensorial.

La idea de Gorgori se basa en buscar semejanzas entre dos «culturas» sin mucho que ver una con la otra. Sin embargo, no es el único experto que propone utilizar la música para cambiar la experiencia del cliente. Él mismo reflexiona sobre otros profesionales que juegan con la narrativa de las canciones para despertar emociones en los participantes de una cata. Así, en otros eventos, los expertos acercan a las personas a vinos de otras partes del mundo y utilizan el idioma y el ritmo como principal vínculo. Gorgori pone el ejemplo del Champán y cómo este podría ir acompañado de una balada francesa que transporte al cliente a algún viñedo cercano a Reims, la ciudad francesa donde se produce este espumoso.

Marcel Gorgori, en una foto de archivo | cedida

Vinos y música para principiantes y expertos

La cata de Gorgori, sin ser la única en su especie, tiene algunos detalles singulares que el mismo experto pone sobre la mesa para intentar hacer un evento para principiantes y expertos. De esta manera, recuerda que es necesario que los vinos seleccionados sean «muy diferentes entre ellos». Por consiguiente, también añade que «la música también será muy diferente». Gracias a esta distancia entre vinos, el experto reconoce que «los participantes entienden mucho mejor la relación entre la música y el vino y pueden encontrar semejanzas». Paralelamente, Gorgori también explica que trabaja con música que pueda haber escuchado todo el mundo, pero mayoritariamente sinfonías instrumentales o ópera. Además, también destaca que no se olvida de los otros sentidos que se necesitan despertar en una cata y, por tanto, entre músicas también pide a los participantes que huelan, miren y, finalmente, prueben los vinos que ha seleccionado.

Entre los cientos de ejemplos de la relación del vino y la música, el experto enumera algunas de sus iniciativas. Cuando Gorgori expone un vino joven y fresco, busca acompañarlo de una melodía dinámica y alegre, en este caso, relata el autor de la cata, «podría ser La primavera de Vivaldi«. De esta manera, relaciona el ritmo con esa sensación de que «el vino pasa muy rápido por la garganta de los participantes», dice. De hecho, Gorgori no solo se basa en la tipología de vino, sino que también destaca sus cualidades, como por ejemplo la acidez. Esta particularidad para él debe ir combinada con una música aguda, ya que igual que sucede en la famosa película de Psicosis, «la escena de la ducha sin los violines agudos no generaría la misma tensión». Otra estrategia que utiliza el experto es ligar la voz de algunas cantantes de ópera con los vinos que recomienda y hace probar. «Para un vino oscuro, busco una voz oscura», expresa Gorgori, quien añade que «la soprano María Castro se puede relacionar muy fácilmente con estos vinos».

Los cantos gregorianos en las bodegas

La música y el vino siempre han ido de la mano, pero no solo en las catas. En algunas regiones de Portugal, suenan cantos gregorianos por los altavoces de las bodegas para hacer vibrar las barricas. Hay quienes creen que esta técnica mejora la calidad del vino que se está fermentando. Incluso existe algún enólogo como el chileno Aurelio Montes, fundador de la bodega Viñas Montes, quien afirma en un estudio que se puede producir un mejor vino si se combinan con una crianza en barrica, los cantos gregorianos. Para Gorgori «esto es una cuestión más mística que otra cosa» y, también asegura que aunque no tiene ninguna certeza de que funcione, «le parece muy buena iniciativa».

En definitiva, el buen vino parece encontrar en la música el acompañante perfecto prácticamente desde que comienza su producción y conservación. Esta conexión es difícil de ver a simple vista, pero expertos como Gorgori intentan acercarla a todos. Con una nueva mirada y músicas embriagadoras estas catas se convierten en tendencia desde el minuto que se anuncian y conmemoran sin muchos quebraderos de cabeza la larga historia que existe entre vinos y sinfonías; porque tal como reflexiona Gorgori: «Entre música y vino hay mucha relación, solo hace falta saber encontrarla».

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