Historia, literatura y ánforas: los vinos romanos (I)
En toda la literatura romana, en cualquier libro, sea poeta, filósofo, político o historiador, es recurrente encontrar citas y valoraciones sobre sus vinos
Los romanos desarrollaron el cultivo de la viña y la vinificación, extendieron la viña a la mayoría de las provincias de su imperio. El comercio del vino fue muy importante, una de las preocupaciones era que no se dañara o picara durante el transporte. Hacían fermentar el vino en grandes jarras de terracota llamadas dolium, con una capacidad de mil litros, que en primavera decantaban en ánforas de veinte litros y lo dejaban envejecer.
Había vinos de manantial, de veinte y veinticinco años. En la novela del Satiricó de Petroni se describe el banquete de Trimalción (S. XXVI-LXXVIII), muy exagerado y extravagante, escrito con mucha ironía y crítica social, donde sirven un vino falern de 100 años. El escritor, naturalista y militar Pliniel viejo (23-79 d. C.) dedica al vino el libro XIV de la suya Naturalis Historia, describe vinos tintos, rojos, blancos, amarillos, rancios, dulces, especiados, perfumados, resinosos, suaves, fuertes, jóvenes y viejos y remarca que conoce 180 tipos de vinos (Ll. XIV,150).
Los Amorini bebiendo vino, a Pompeya en la casa Vettii
Vino de Alba y vino de Tarent
La clasificación de los vinos romanos es extensa y compleja. Pueden llevar el nombre de la viña o el del vinatero, también pueden llevar el nombre del comprador, los romanos marcaban y grababan las ánforas con la información. Hay vinos con nombres que indican su procedencia, como lo vino de Falern procedente de las viñas de esta región, es uno de los vinos más considerados, tenía que varias clases y reservas de 10 y 20 años, lo cita Ateneo de Nàucratis (LL.1,26 B); el vino de Alba, según el escritor y poeta Marcial, siglo I, en los suyos Epigramas, dice que es uno de los vinos que había a la bodega de César. (LL.XIII, Ep. CIX) o el vino de Tarent, una zona muy fértil y con muchas viñas.
Otros vinos eran importados, llegaban por tierra o por mar, a Roma parece que tenían un portus vinarius y un forum vinarium, dedicados a la descarga y venta de vino. Llegaban vinos como los de Grecia, muy valorados y de prestigio, o los de Tarragona, Marcial le dedica un epigrama: Tarraco, que solo cederá a los vinos de la Campania, ha producido este vino rival del de los toneles de Etrúria (LL. XIII. Ep. CXVIII).
Encontramos nombres indican el método de fabricación como el vino ahumado (…) puedes usarlos vinos fumados de Marsella (Marcial, Ll. XIII. Ep. CXXIII.); vino resinoso; vino rancio. Vino de Setia es un vino rancio muy valorado (Plini, LL. XIV, 8) o vinos dulces como el vino de Tarent, todavía hoy valorados los vinos dulces de esta zona.
Dos esclavos sirviendo vino. | Mosaïque de Dougga, Tunisia (s. II a. C.): las deux esclavas | Pascal Radigue — Travail personnel, CC BY 3.0
Absinthium Romanum, precursor del vermut
También hacían vinos especiados con pimienta y endulzados con miel, el mulsum que se tomaba a finales de las comidas. En el libro De re Coquinaria de Apici (s.I) contiene diversas recetas de vinos, un vino aromático extraordinario, especiado; otro es un vino Absinthium Romanum, especiado y con ajenjo, es el precursor del vermut actual y hay dos recetas de vino con flores, el vino de rosas y el de violetas.
El banquete de los eruditos de Ateneo de Nàucratis, (170-223 d. C.) 15 volúmenes, la acción transcurre a lo largo de un banquete, servido por un rico romano Larensis, reúne los mejores eruditos de todos los tiempos, unos son reales y contemporáneos, otros son históricos y un cuántos son inventados, todos juntos hacen una magnífica disertación alrededor de gastronomía, todos ellos son entendidos en cocina y en vinos, con sus comentarios, como en el libro Y, disertan sobre vinos italianos, del Vino de Cècub, comentan que envejece bien y el Vino de Fundi que «es muy fuerte, hay que beberlo con moderación, porque ataca la cabeza» (Ateneo LL.Y, 27A).
Menciones al vino en la literatura romana
En toda la literatura romana, en cualquier libro, sea poeta, filósofo, político o historiador, es recurrente encontrar citas y valoraciones sobre sus vinos y así vayamos rastreando sus vinos preferidos. Eso sí, bebían el vino mezclado con agua, fría o caliente, a veces con nieve, los más ricos los placía ver como en una copa, de vidrio con piedras preciosas incrustadas, llena de nieve, iba deslizando el vino y quedaba teñida.
La riqueza de las formas y materiales del servicio del vino, nos hace valorar el refinamiento y el ritual de beber vino: tenían vasos, copas y jarras de todos tipos, altos, bajos, con pie o sin pie, con asas o no, esbeltos o con las paredes a bombeadas y también de muchos materiales, de cerámica, de oro, de plata, de vidrio, todos ellos podían ser grabados, pintados y cincelados.