Un equipo internacional de investigación ha podido identificar una nueva especie de fósil llamado ‘Nekemias mucronata’ gracias al estudio de cerca de cien hojas encontradas a Cervera, a Cataluña. Este hallazgo hace que la comunidad científica reciba nuevos datos sobre cómo evolucionó y se distribuyó la familia Vitaceae (la viña) durante el periodo Cenozoico -la más reciente de las cuatro eras geológicas- y aporta detalles sobre las rutas de dispersión de esta familia por el hemisferio norte.
En el estudio, Azuela Tosal (Universitat de Barcelona), Alba Vicente (ICP-BÚSQUEDA) y Thomas Denk (Museum of Natural History Stockholm) han podido caracterizar los tres foliares de la nueva especie, pudiendo reconocer patrones comunes entre los folíolos apicales y laterales. Alba Vicente, investigadora ‘Beatriu de Pinós’ del ICP explica que el análisis ha hecho que los investigadores puedan distinguir ‘Nekemias mucronata’ otras especies fósiles de la misma familia encontradas en Eurasia y se pueda comprender mejor las “rutas de dispersión” de estas plantas durante el Cenozoico.

Una especie con una característica «interesante»
La Vitaceae se divide en cinco tribus agrupando un total de 200 especies entre las cuales hay la viña (Vitis vinífera) y este estudio se centra en la tribu ‘Ampelopsideae’, una tribu más pequeña con 47 especies entre las cuales hay la nueva ‘Nekemias mucronata’. Esta especie tiene una característica interesante con otras especies modernas de la misma familia, como son las hojas compuestas, formadas por varios folíolos unidos por un eje común. Gracias al estudio, los investigadores han podido caracterizar en detalle los tres foliares de la nueva especies.
Las rutas
Los investigadores también han analizado la distribución paleobiogeogràfica de la tribu Ampelopsideae. Hasta ahora, el registro más antiguo de la familia Vitaceae databa del Cretáceo Superior. Según señalan, pero, durante el Eoceno, las Ampelopsis y Nekemias’ ya se encontraban en Europa y Asia central. Para entender la dispersión, los investigadores han propuesto dos rutas. Una de ellas sugiere que estas especies se dispersaron desde la Asia central hasta llegar a Europa y después a Norteamérica. La otra ruta señala que la dispersión se habría producido a través del estrecho de Bering. Azuela Tosal, explica que los resultados muestran que esta dispersión tuvo lugar unos 20 millones de años antes del que se pensaba y obliga a “replantear los modelos tradicionales” de dispersión.