Hace un par de semanas que entran los primeros tractores cargados de uva en las bodegas de la Denominación de Origen Terra Alta. Han empezado cosechando las variedades blancas, entre ellas, su emblemática garnacha blanca, y ya llegan las primeras estimaciones que, según lamentan, irán la baja en cuanto a los kilos. Desde el Consejo Regulador prevén que este 2024 habrá una reducción de la producción de uva, que podría estar alrededor del 25% en términos generales, pero que incluso podría superar el 50% en algunas de las viñas de secano que no disponen de riego.

El Consejo Regulador entiende que esta bajada «es fruto de la sequía extrema que sufre la región», que solo contabilizó una media de 255 litros entre octubre del año pasado y este agosto, respecto a los 500 litros de media de los últimos años, según cifras que ha compartido la entidad. Sea como fuere, hasta ahora el CR ya tiene contabilizada la entrada de 770.000 kilos de uva con un «estado fitosanitario muy bueno y una calidad excelente«. El 47% del total vendimiado hasta el momento, detallan, es de garnacha blanca.

Una de las cosechas más bajas de los últimos años
Esta situación hace prever, según valoraciones de la entidad, que esta cosecha sea «una de las más bajas de los últimos años», con una producción que no superaría, según las predicciones iniciales, los 30 millones de kilos ante los 36 millones de la última campaña, que ya había sido inferior a la media del territorio vitivinícola más septentrional de Catalunya.