«He completado una etapa y era momento de pasar el relevo«. Claro y conciso. Valentí Roqueta (Manresa, 1950) cierra este verano una etapa prolífica al frente de la Asociación Vinícola Catalana (AVC), diez años durante los cuales ha presidido la patronal del vino catalán. Marcha feliz del trabajo hecho, orgulloso de haber contribuido a reforzar la imagen que Cataluña «es un grande país de vinos«. Lo dice y lo recuerda a lo largo de la conversación que mantiene con Vadevi, en la cual también repasa su trayectoria, íntimamente ligada en el mundo del vino desde hace años, y generaciones. Habla de pasado, presente y de los retos de futuro con la mirada que le da la experiencia. «En estos años el vino catalán ha mejorado mucho en muchos sentidos», evalúa, y no se refiere solo en cuanto a producto, sino también con relación a los productores, de quienes destaca «una grande inquietud y espíritu de innovación». «El nuestro es un sector muy dinámico al que todavía le quedan muchas cosas por decir».

Buscar cohesión en el sector vitivinícola
- A finales de junio se hacía oficial el cambio en la presidencia de la Asociación Vinícola Catalana: Eugeni Llos sustituye Valentí Roqueta, al cargo desde el año 2014. ¿Qué hace que diez años después haya relevo al frente de la patronal?
Después de diez años, siento que he completado una etapa y que ha llegado el momento de dar el relevo. Es bueno que haya rotación en los cargos y pienso que Eugeni Llos será un buen presidente para los próximos años.
- ¿Cómo definiría su paso por la presidencia de la AVC?
Hemos intentado cohesionar al máximo el sector, liderando proyectos donde todos nos pudiéramos sentir cómodos e ilusionados. Pero no solo esto, también ha estado latente un trabajo para dar cada día algo más de valor al vino, a toda la cadena, a todas y cada una de las profesiones del vino. Una actividad así, muy desarrollada, da valor a las regiones y a todo un país. De hecho, el vino es el gran hilo conductor de la historia de un país, no existe ningún otro sector que permita explicar tantas cosas: paisaje, arquitectura, economía, gastronomía…
- ¿Qué le ha quedado por hacer, a Valentí Roqueta, al frente de AVC?
La Casa del Vino Catalán. Creo que Barcelona, gran capital de un gran país de vinos, debe tener un lugar que permita conocer todo nuestro potencial vitivinícola, el impresionante territorio que tenemos. Es un proyecto ambicioso, pero creo que tiene sentido que sea así, para conseguir que toda la ciudad respire vino. Lo concebimos durante mi mandato y me gustará ver como se convierte algún día en realidad.

Un sector muy dinámico
- ¿Cómo describiría la evolución del vino catalán durante esta década?
Diría que estamos ante un sector que ha mejorado mucho. El vino ha evolucionado vinculado a conceptos como la sociabilidad, el aprecio por la tierra…, ha permitido valorar los paisajes, el territorio… Y este nivel de prestigio ha ido paralelo a una mejora en temas productivos: veo una gran inquietud y un gran espíritu de innovación entre nuestros viticultores, elaboradores y empresas del sector. Tenemos un sector muy dinámico en Cataluña, me atrevería a decir que es uno de los sectores más dinámicos del mundo.
- ¿Qué destacaría y qué carencias cree que tiene, en la actualidad, el vino catalán?
Elaboramos mejor, esto es indudable, y también ha mejorado el sentimiento de pertenencia, nos queremos más como productores de vino. Y esto ha contribuido en buena manera a hacer que el vino catalán haya prosperado. Tenemos recorrido de mejora, pero pensad que venimos de elegir vino de otras regiones cuando queríamos celebrar algo, a pesar de ser nosotros grandes productores de vino. Durante años no supimos darle la importancia que el vino tiene para Cataluña.

«En mis inicios profesionales soñaba con lo que tengo ahora»
- La presidencia la compaginó siempre con su responsabilidad como presidente del Grupo Roqueta Origen, donde continúa al pie del cañón. ¿Cómo es su día a día en la gestión de las bodegas?
Vengo cada día, para mí sigue siendo ilusionante pasear por las viñas, ver las fincas y como avanza el ciclo, hablar con la gente del equipo…, pero el peso de la gestión la lleva Ramon [
- ¿Cómo llega, Valentí Roqueta, al mundo del vino?
El vino ha formado parte de mi vida desde siempre. De pequeño, ya paseaba con el abuelo entre viñas y siempre lo he vivido en casa de manera natural. A finales de los años 60 estudié enología en Montpellier. Dedico el trabajo de final de carrera a comparar las vendimias cosechadas mecánicamente y a mano, con un resultado que debía de gustar porque el gobierno francés me pidió que continuara un año más con el estudio, a pesar de que costaba mucho encontrar grandes diferencias. Me gustaba mucho la viña y el vino, y era lo que tenía en casa. Así que pronto entré a trabajar al negocio familiar, que entonces tenía la sede en Manresa, mientras me seguía formando con otras materias, como el Derecho o Empresariales, que a menudo estudiaba por las noches.
- Usted, al Grupo, asume la presidencia en 1982, y un año más tarde, inauguran la bodega Abadal honorando las raíces familiares en la región. ¿Siente que este es uno de los principales retos que ha logrado en el negocio familiar?
Lo es porque pienso que este proyecto ha permitido, de alguna manera, dar valor a la región de dónde somos, el Bages. Y si el territorio prospera, tú prosperas, si tu sector prospera, tú también lo haces. Es una máxima que he sentido siempre a casa y que comparto al 100%. Y esto me ha llevado, con los años, a implicarme de manera natural con entidades y asociaciones que piensan en el conjunto. Es imprescindible para brillar como sector que andemos juntos, porque hay muchas más cosas que nos unen, que no que nos separan, y esto tiene que ser la manera para seguir avanzando juntos.

El contexto: «el vino tiene futuro porque nos sabremos adaptar»
- Vivimos momentos complejos, en un sector amenazado por la sequía, por los cambios climáticos, por la bajada del consumo de vino, por las reivindicaciones del campesino para mejorar sus condiciones de vida… ¿Qué piensa de la situación actual a la cual se enfrenta un viticultor?
Vivimos en un contexto que no es fácil, pero también creo que hemos superado otras épocas más difíciles que esta, la filoxera sin ir más lejos. O plagas y pestes, o la industrialización si pensamos en un contexto más reciente. Ahora es una realidad diferente, pero también tengo claro que el vino siempre y es y estará: le veo futuro y saldremos adelante porque nos sabremos adaptar.
- Mirando atrás, ¿qué cree que le ha aportado el vino a lo largo de su vida?
Siento que he conseguido hacer realidad lo que soñaba cuando empecé en el negocio de los vinos. Un trabajo con valores, de conservación de territorio y ligado a la expresión de la tierra. El paisaje es un símbolo de bienestar, así que creo que tenemos que preservar paisajes bonitos y con identidad.
- ¿Valentí Roqueta tiene algún vino preferido, o es difícil habiendo probado tantos y de tantos orígenes?
Vinícolamente, lo he viajado todo, y me cuesta decir que tengo un vino preferido: el momento y la compañía me invitan a elegir uno u otro. Actualmente, se hacen vinos buenísimos, y a los nuestros yacen más sentimientos. El vino es una fuente de virtudes, te dan prudencia, paciencia, resistencia, y esperanza. El vino da sentido a la vida.
