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El maridaje inesperado: Vermut Miró Gran Reserva y chocolate a la piedra de Agramunt

Hay maridajes que sorprenden por su capacidad de romper esquemas y, al mismo tiempo, despertar una armonía gustativa que parece haber sido pensada desde siempre. Este es el caso de la unión entre el vermut Miró Gran Reserva y el chocolate a la piedra de Agramunt, dos productos con identidades muy marcadas que, juntos, ofrecen una experiencia sensorial única.

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El vermut Miró Gran Reserva es una elaboración que se distancia de la imagen más festiva y despreocupada de otros vermuts. Madurado largamente en barricas de roble, exhibe una personalidad compleja y profunda, con aromas de madera noble, especias dulces, hierbas medicinales y notas amargas perfectamente equilibradas. En el paladar, es denso y sedoso, con un punto balsámico que invita a beberlo lentamente y a descubrir todos sus matices.

Por su parte, el chocolate a la piedra de Agramunt es un auténtico icono de la tradición dulce catalana. Elaborado artesanalmente con una pasta de cacao hecha con habas de cacao tostadas y trituradas, azúcar de grano grueso y canela, se caracteriza por su textura rústica, ligeramente granulosa, y por un sabor intenso de cacao que perdura en el paladar.

Cuando se combinan estos dos productos, la magia surge en la combinación de su contraste, por un lado, y la afinidad que presentan, por otro lado. El punto dulce y la rusticidad del chocolate resaltan las notas más aromáticas y especiadas del vermut. Al mismo tiempo, el amargor elegante y el trasfondo de madera del Miró Gran Reserva limpian la boca y rebajan la sensación untuosa del cacao, aportando frescura y persistencia.

Este maridaje puede disfrutarse como cierre de una comida, en un momento de conversación relajada, o como un pequeño lujo de una tarde de lectura. Una copa de vermut servida ligeramente fresca y una porción de chocolate a la piedra son suficientes para descubrir que la tradición y la originalidad pueden ir de la mano y crear un diálogo gustativo cautivador.

Una propuesta que, sin duda, invita a reivindicar el vermut como compañero perfecto no solo de aperitivos salados, sino también del mejor cacao.

Cataluña es una tierra fértil y generosa, donde la gastronomía es mucho más que alimento: es cultura, memoria y emoción. Desde la Generalitat de Catalunya se quiere rendir homenaje a esta riqueza única, poniendo en valor los tesoros de nuestra tradición: productos de proximidad que explican quiénes somos y de dónde venimos. Con el apoyo de la administración pública, nace en Vadevi una nueva serie de recomendaciones que invita a descubrir el vínculo entre los alimentos catalanes y los vermuts elaborados en nuestra tierra.

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