Si hay dos elaboraciones capaces de seducir y sorprender en un solo bocado y sorbo, estas son, sin duda, el vermut Giniris de De Muller y las anchoas de l’Escala. Dos productos que, combinados, ofrecen una experiencia gastronómica vibrante, salina y llena de matices.
El vermut Giniris es una de las referencias más singulares de la histórica casa De Muller. Elaborado en Reus, territorio con una sólida tradición vermutera. Su composición le abre las puertas a maridajes con mucho carácter y personalidad. La elaboración se fundamenta en la maceración de enebro durante tres meses en barricas de roble francés. De este proceso se obtiene una esencia de ginebra que se incorpora posteriormente a una mezcla cuidadosamente seleccionada de hierbas, flores y raíces de origen mediterráneo, que constituyen la base aromática y gustativa de este vermut.
Es en este punto donde entran en juego las anchoas de l’Escala, uno de los grandes tesoros de la costa ampurdanesa. Su textura carnosa y el sabor intensamente salino son fruto de un proceso de salazón tradicional que mantiene viva una artesanía centenaria. Las anchoas no solo son un bocado exquisito, sino también un elemento que aporta profundidad y fuerza a cualquier combinación.
El maridaje entre el Giniris y las anchoas se basa precisamente en el contraste. La salinidad poderosa del pescado acentúa la percepción aromática y especiada del vermut, mientras que la dulzura sutil y el amargor final del Giniris templan la intensidad de la anchoa e invitan a repetir. Este juego de contraposición crea un recorrido gustativo completo, que transita de la fuerza salada a la frescura balsámica y termina con un final largo y muy placentero.
Para disfrutar de este maridaje, se recomienda servir el vermut bien frío, con un cubito y una cáscara de limón que acentúe su faceta cítrica. Las anchoas, escurridas y dispuestas sobre una tostadita fina con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, completan el ritual. Una propuesta que reivindica la tradición del aperitivo con un punto de sofisticación y que pone en valor el patrimonio gastronómico catalán.
Este diálogo entre Reus y l’Escala demuestra que, a veces, la sencillez y la calidad son la clave para crear momentos memorables alrededor de la mesa.
Catalunya es una tierra fértil y generosa, donde la gastronomía es mucho más que alimento: es cultura, memoria y emoción. Desde la Generalitat de Catalunya se quiere rendir homenaje a esta riqueza única, poniendo en valor los tesoros de nuestra tradición: productos de proximidad que explican quiénes somos y de dónde venimos. Con el apoyo de la administración pública, nace en Vadevi una nueva serie de recomendaciones que invita a descubrir el vínculo entre los alimentos catalanes y los vermuts elaborados en nuestra tierra.
