Hay referencias escritas del año 1736 que vinculan la familia Blanch con la viña y el vino. A mediados de siglo XX, Joan Blanch Mestre regentó un pequeño negocio de hacer y comercializar vino y en la actualidad, Maria Rosa Blanch añade capítulos a la historia familiar con la recuperación, en 2014, de las viñas y la reanudación de la vinificación a la bodega. Un cambio de vida para una química de formación que ha dedicado su vida profesional a proyectos dispares, algunos de ellos del ámbito social, y que ahora lo han llevado a liderar la nueva etapa de la Denominación de Origen Tarragona, entidad que preside desde el mes de junio de 2023.
«En casa nos planteamos recuperar la tradición antigua de hacer vino como lo habían hecho años atrás los padres y los abuelos», reflexiona. «Ya teníamos las viñas viejas de los bisabuelos, y la maquinaria para hacer vino a la bodega, en aquel momento decidimos dar el paso y reconectarnos con las raíces». Y habla en plural porque a la reanudación también hay implicados a sus dos hijos.

Ancestrales, macabeos y viñadores
Por el camino, cursos, nuevas formaciones y reciclaje de conceptos ya aprendidos han hecho que el trabajo a viña y a la bodega no le sean ajenos del todo. Y la gama de vinos lo afianzan. Bodegas Blanch tiene al mercado vinos blancos, negros, rosados y espumosos, unos productos, estos últimos, que defiende con firmeza porque sabe que «les da singularidad y carácter». Así, sumado a uno de los emblemas de la bodega, Identitas que embotella subirat parent de la finca de los Bastardos, pone a disposición del consumidor vinos espumosos hechos siguiendo el método tradicional y ancestral. «Los ancestrales son productos que han querido hacer mis hijos», dice con orgullo. Y cuando comienza la primera botella, sorprende los asistentes y ella misma lo celebra. «Es un producto fresco, divertido, con burbujas chispeantes», aplauden los afortunados.
La gama incluye también un espumoso especial hecho con vinyador, el de una variedad muy minoritaria recuperada en la zona del Alt Camp que elaboran ellos y pocas bodegas más del territorio catalán (y que forma parte del listado de variedades autorizadas para hacer vino en Cataluña). Del Brut Nature Vinyador elaboran una producción muy baja, como del resto de vinos de la colección que, en total, supera, si llega, las diez mil botellas.

La nueva presidenta de la DO Tarragona también habla maravillas de la macabeo, que ellos también trabajan y conservan algunas cepas muy viejas, sumando relato en la entidad del vino que quiere hacer bandera. «Tenemos que hacer más glamurosos los vinos de macabeo», reflexiona. De hecho, explica ahora con el sombrero de la DO, que se está investigando junto con el INCAVI para conocer y entender la variedad en profundidad, que se la quiere caracterizar, y también que continúa en este nuevo mandato siendo una de las protagonistas del relato de los vinos con denominación de origen tarraconenses con actividades como por ejemplo la Galería de los Macabeos, que ya suma varias ediciones.
Bodegas Blanch se sabe con mucho de camino delante, pero no queda atrás en cuanto a tendencias y modelos de negocio vitivinícolas. De hecho, tienen claro que el enoturismo tiene que acompañar la consolidación de las gamas de vinos, y más en su caso, que hoy en día aporta un 40% del volumen de negocio actual. Entre otras experiencias, el