El territorio que hoy ocupa la Denominación de Origen Alella fue plantado de viña de arriba abajo por los romanos hace más de dos mil años. Esto se sabe desde hace tiempo y no es cosa exclusiva del Maresme ni del Vallès Oriental. Pasó en todo el país, especialmente cerca de la costa. Pero que el espacio que queda entre el Besòs y Tordera fue una enorme viña en época romana (y, seguramente, también durante los siglos posteriores) es un hecho. Y lo que hoy es la DO Alella equivale aproximadamente en los territorios que hace veinte siglos los romanos denominaban Laietània (el Maresme) y Lauro (el Vallès Oriental). Hay un montón de vestigios que recuerdan este pasado, sobre todo en la comarca del Maresme. Muchos de ellos son visitables. Vamos a ello.
Badalona
No está en la comarca del Maresme, pero está cerca. La ciudad romana de Baetulo tuvo una gran importancia. Sus calles originales hoy se pueden visitar en el subsuelo de Badalona desde el museo de la ciudad. Se trata de un museo bastante desconocido y que vale mucho la pena de visitar. Incluso para aquellas personas que no tengan especial interés ni en el vino ni en la arqueología, porque es tan espectacular que cualquier persona saldrá sorprendida.
El vino producido a Baetulo se exportaba en ánforas hacia todo el Imperio romano para proveer los soldados de hidratación y de valentía. Se han encontrado restos de ánforas cocidas en la Badalona romana por toda la Europa actual.
Teià
Conserva la Cella Vinaria, en el Centro Enoturístico y Arqueológico de Vallmora. Una bodega de época romana museizada y que cuenta con la reproducción de dos espectaculares prensas de uva instaladas allá donde estuvieron las originales. Tiene un centro de interpretación muy interesante y se hacen visitas guiadas y, de vez en cuando, teatralizadas. Además, organizan actividades enoturísticas diversas y originales.
Premià de Mar
En Can Ferrerons se encuentra el museo romano del municipio. Consta de un singular edificio de planta octogonal que, en su última fase de ocupación a finales del mundo romano, fue utilizado por una comunidad rural que elaboraba vino.
Vilassar de Dalt
Cuenta con los Hornos de la Fornaca de época romana donde se cocieron piezas de material de construcción

Cabrera de Mar
En Can Arnau- Can Mateu, en pleno centro urbano de Cabrera, también existe un horno donde se han encontrado restos de ánforas de tres tipologías.
Y no podemos ser más exhaustivos porque no acabaríamos nunca, pero también hay vestigios de la producción de vino romano en Can Sentromà (Tiana), en Cal Ros de las Cabras (el Masnou), Can Notxa (Argentona) y en la villa del Moreno, en Sant Pol de Mar. Y seguro que quedan un montón de yacimientos más que todavía están para excavar o para descubrir.