Este 5 de agosto, la bodega de Raimat ha iniciado su campaña de vendimia 2024 con la expectativa de cosechar doce millones de kilos de uva. Los avances tecnológicos como el tratamiento de cepas contra enfermedades con luz ultravioleta o el riego sepultado son algunas de las innovaciones de la campaña. Una temporada que Codorníu Raventós, grupo propietario de la bodega de Lleida, abrió anunciando que mantendría el ‘plus climático‘ por la sequía y pagará a los campesinos del Penedès un precio medio de 80 céntimos por kilo.
Reducción del 10% por helada, pero «de gran calidad»
Joan Esteve, director de la bodega, ha explicado que «a pesar de la reducción del 10% que sufrimos por la helada de primavera, esperamos una vendimia de gran calidad con seis millones de kilos para vinos tranquilos y otros tantos para hacer vino base por espumoso». La bodega ha empezado con la recolección de la uva chardonnay que se utilizará para hacer vino base DO Cava. Los siguientes que se cosecharán serán los pinot noir y xarel·lo, siempre alrededor de los 10 grados potenciales de alcohol para hacer vino base para el espumoso. Y a continuación, empezará la vendimia de la uva más madurada con la cual poder hacer vinos tranquilos.

En cuanto a las innovaciones, Raimat destaca la experimentación en cinco hectáreas con el tratamiento de las cepas para controlar enfermedades tales como el oídio y el mildiu solo a través de luz ultravioleta tipo C. Según explican los responsables de la bodega «la mayor parte de los microorganismos que crecen en la planta han desarrollado defensas bioquímicas que se activan con la luz solar, pero no funcionan por la noche. Por eso, la aplicación de bajas emisiones de luz UV por la noche, consigue matar el patógeno sin dañar la planta ni los insectos beneficiosos».
«Es un enorme adelanto en la mitigación de los riesgos asociados al control de enfermedades y un gran paso para consolidar una viticultura todavía más sostenible y respetuosa con el medio ambiente y la salud de las personas», se congratula Esteve. La compañía asegura que «los resultados son muy prometedores; no solo se han dejado de aplicar productos que pueden tener un impacto sobre el medio ambiente, sino que se han producido racimos más limpios, además de reducir la huella de CO₂ y los costes de producción».
‘Plus climático’, y riego de precisión y soterrado contra la sequía
En cuanto a la sequía, Codorníu ya anunció el pasado 30 de agosto a los viticultores del Penedès que este año volverá a aplicar un ‘plus climático’ a los precios de vendimia y que comprará la uva a 0,80 € el kilo de media. «Se trata de un precio medio inédito para la bodega, el más alto de su historia, con el cual se quiere responder a la situación excepcional que vive el Penedès después de tres años de sequía continuada y una clara caída de la producción», destacó la compañía.
Lo CEO de Raventós Codorniu, Sergio Fuster, explicó la medida como una acción de responsabilidad: «Tenemos muy claro que nuestro propósito es cuidar la tierra, dar valor en la tierra. Así que, en un momento como este, tenemos que hacer un esfuerzo por la sostenibilidad y el futuro de todo el sector, empezando por el campo, aunque nos suponga rebajar expectativas de beneficios inmediatos».

Agricultura con necesidad de riego de apoyo
En tierras de Lleida, y a pesar de la sequía histórica de la zona de Raimat donde la agricultura no es viable sin riego de apoyo, la vendimia se inicia con buenas previsiones gracias a las técnicas pioneras de viticultura en cuanto a riego de precisión. Un sistema de teledetección identifica sobre el mapa qué puntos de la viña necesitan agua, cuánta y en qué momento preciso y se activa de forma programada el riego inteligente, solo en los puntos donde es imprescindible. Además, en los últimos meses, Raimat ha probado con éxito el riego sepultado, que se sitúa a unos 40 cm de profundidad para aportar agua directamente a la raíz de la cepa y evitar la evaporación. El ahorro de agua con este tipo de riego se sitúa entre el 20 y el 30%.
Por otro lado, con la ayuda de técnicas como las cubiertas vegetales (vegetación herbácea entre cepas) o el mulching (almohadillados orgánicos con restos vegetales), que mejoran la estructura del suelo y evitan la evaporación del agua, y la aplicación de nuevas tecnologías, Raimat ha reducido el gasto hídrico a la viña en más del 15% y a la bodega hasta un 50% en la última década, a pesar del aumento de las temperaturas.