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El Priorat quiere recuperar y conservar variedades antiguas de uva de mesa

Un grupo de voluntarios de la asociación la Safranòria ha hecho un llamamiento para identificar uva de mesa de variedades antiguas del Priorat. Todo ello, en el marco de un proyecto que pretende recuperar fruteros y crear un reservorio genético a la finca experimental Mas de Roger, en Cabassers.

La primera fase consiste a localizar las clases tradicionales de uva, para después plantarlas y ponerlas a disposición de los viticultores. «Hay variedades en el Priorat que conocemos por el nombre, pero no las tenemos geolocalitzadas», afirma Mireia Vilamala, de la Safranòria, en declaraciones a la agencia de noticias ACN. «Buscamos variedades que han ido pasando entre generaciones», antes de que la industria agroalimentaria absorbiera el sector vitivinícola o que la filoxera acabara con buena parte de los pies antiguos, añade.

Mireia Vilamala y Albert Crivillé observando la viña en la Morera de Montsant | Foto: Arnau Martínez, ACN

Plantas libres de virus que se pueden injertar y evitar que se pierdan

La Safranòria es una asociación que se centra en la conservación y promoción de variedades tradicionales del Priorat. Hasta ahora habían estado atareados con la horticultura de la zona y ahora justo inician un nuevo proyecto fijándose en los leñosos. De momento han publicado un formulario y han obtenido una docena de respuestas. Una vez las tengan registradas, harán trabajo de campo para estudiar cada uno de los casos y decidir qué variedades utilizarán.

«Si las centralizamos en un lugar y hay alguien que las custodia y las cuida, es más difícil que las acabemos perdiendo», reflexiona Vilamala sobre las variedades antiguas. «Si tenemos pies aislados que dependen de una familia y de las siguientes generaciones que vienen, pueden vender el campo o replantar una plantación muy vieja de viña«, añade.

Desde la Safranòria advierten que no se trata de hacer un «jardinet», sino que quieren que sea «útil». Por eso, antes de injertar los troncos, tienen que garantizar que el material esté libre de virus y de cualquier patógeno. Una vez consigan esta garantía sanitaria, injertarán las clases tradicionales con pies que ya ha plantado el VITEC, el centro tecnológico del vino, en Mas de Roger.

Uva de una variedad antigua del Priorat | Foto: Arnau Martínez, ACN

Cepas que los campesinos no han querido arrancar

Uno de los viticultores que ya ha respondido el llamamiento hecho por la Safranòria es Albert Cirivillé, que tiene viña en la Morera de Montsant con diferentes variedades como garnacha o cariñena. La familia de Crivillé hace años que tiene cepas, las primeras referencias son del siglo XVII y el terreno de pendiente donde tienen variedades antiguas las plantó su abuelo después de la Guerra Civil. No es una parcela uniforme, puesto que se plantaban pies americanos injertados con sarmientos de poda otros tipos. «Hay alguna variedad blanca que encara no sabemos cuál es», reconoce Crivillé.

Normalmente, estas clases tradicionales se encuentran en pendientes y con suelo de pizarra, son cepas que los campesinos no quisieron arrancar por la dificultad de explotar la viña en un terreno escarpado y con tanta pendiente. En estas fincas hay uva negra y blanco, Crivillé explica que muchas familias en el momento de la vendimia guardaban un poco de uva blanca como postres.

Finca de viña a los pies del Montsant | Foto: Arnau Martínez, ACN

«Se hacen vinos muy parecidos»

Las variedades actuales que se consumen como uva de mesa, como para hacer vino, provienen de viveros. «Se va hacia una uniformidad, todas las plantas son iguales», subraya el viticultor. La industria agroalimentaria «tiende hacia la productividad», comenta Vilamala, «en detrimento otros caracteres ligados al sabor o el olor».

El sector vitivinícola tiende hacia hacer unos «vinos muy parecidos», comenta Crivillé. Las variedades antiguas dan «una diversidad única en cada parcela, la variedad de plantas da matices», acaba destacando.

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Del total de 336, 221 son por vinificar, diecisiete de mesa y vinificar a la vez, noventa y cuatro de uva de mesa y cuatro sin definir

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