Corpinnat crece cada vez más rápido. La semana pasada, anunciaban la llegada de Demost, la decimoséptima bodega que se unía a la marca colectiva europea. Este lunes, sin embargo, dos nuevos elaboradores de espumosos han decidido unirse a las filas de esta marca. Con la incorporación de Mas Bertran y AT Roca, Corpinnat alcanza las 19 bodegas miembros, «consolidando su apuesta por un modelo abierto e integrador», han asegurado en un comunicado desde la marca colectiva.
Desde su nacimiento el 10 de abril de 2018, Corpinnat ha integrado las siguientes bodegas: Gramona, Llopart, Nadal, Recaredo, Sabaté i Coca, Torelló, Huguet de Can Feixes, Júlia Bernet, Mas Candí, Can Descregut, Pardas, Bufadors, Cisteller, Viader, Mas de la Basserola, Celler Kripta, Demost y, ahora, Mas Bertran y AT Roca. Para la marca, esta es una meta que demuestra que a pesar de tener uno de los reglamentos más exigentes del mundo, las empresas vitivinícolas catalanas que elaboran espumosos valoran el nombre que ya se ha hecho la marca colectiva en el sector.
Dos nuevas bodegas penedesencas únicas
Fundada en 2005 por las primas Eva Ventura y Roser Carbó, Mas Bertran nació como un pequeño proyecto artesanal que, con el tiempo, ha crecido hasta convertirse en una bodega de referencia en Sant Martí Sarroca. Desde su origen, su compromiso ha sido claro: preservar la tierra, trabajar con respeto y elaborar vinos y espumosos que expresen el paisaje del Penedès. Sus viñedos, de entre 20 y 70 años, se cultivan con prácticas sostenibles y de mínima intervención, y toda la vendimia se hace manualmente. Los espumosos de Mas Bertran, con certificación ecológica y crianza mínima de 24 meses, reflejan una apuesta firme por la calidad y por un estilo propio que ya llega a los mercados internacionales.
A pocos kilómetros, AT Roca continúa escribiendo otra historia de arraigo y autenticidad. Creada en 2013 por Agustí Torelló Sibill y su familia, la bodega se levanta en los antiguos dominios del Monacato de Sant Sebastià dels Gorgs, un espacio cargado de simbolismo y patrimonio. Desde el primer día, el proyecto se ha basado en una viticultura ecológica y regenerativa de secano, vendimia manual y enología de mínima intervención. Sus espumosos de larga crianza y 100% Brut Nature son la expresión de una filosofía que busca transmitir la esencia del lugar y la biodiversidad de su entorno.