La marca colectiva Corpinnat sumará este enero dos nuevas bodegas, llegando así a los 21 elaboradores de espumosos que se han adherido al proyecto. Después de nacer como un grupo de seis bodegas disidentes dentro de la DO Cava en 2018, desde Corpinnat consideran que “tienen el reconocimiento de buena parte del sector”, pero que les falta el apoyo de las administraciones. Por otro lado, desde Corpinnat también están realizando auditorías a una decena de empresas más para que puedan incorporarse a la marca colectiva en un máximo de dos años, según han avanzado los responsables de la junta, Pere Llopart y Roc Gramona, a la ACN.
De esta manera, Corpinnat cierra 2025 con cinco bodegas nuevas respecto al inicio del año, cuatro de las cuales procedían de la DO Cava y de Clàssic Penedès. Ver la posibilidad de llegar a la treintena de bodegas en dos años “evidencia que Corpinnat es referente”, considera el vicepresidente, Roc Gramona. En este sentido, asegura que distribuidores e importadores están instando a diversas bodegas de la DO Cava o de Clàssic Penedès «a dar el salto» para abandonar sus organizaciones y adherirse a la marca colectiva. Entre los motivos, apuntan, está «tener como prioridad la apuesta por generar valor añadido dentro del territorio y dentro de la cadena de producción, y sobre todo para defender el valor del precio de la botella de espumosos». «No buscamos competir en precio, sino siempre vender de manera digna», resalta Gramona.

Este octubre, Corpinnat cerró una vendimia “excepcional” con uno de los precios medios por kilo de uva más altos de todo el sector vitivinícola catalán. En concreto, se recogieron alrededor de 8 millones de kilogramos de uva, un hito histórico, ya que casi se duplicó la producción en tan solo un año. Por otro lado, Corpinnat se posicionó como la mejor entidad para hacer negocios si eres viticultor, ya que establecieron el mínimo de pago por kilo en los 0,92 euros, pero Gramona aseguró que “la media ronda los 1,10 euros”.

Aumento de la facturación al cierre del año
Desde Corpinnat calculan que la facturación a finales de 2025 crecerá debido al incremento de precios generalizado y a un aumento del número de botellas vendidas por la incorporación de nuevas bodegas. “La marca es fuerte, con un modelo de producción que apuesta por la calidad”, reafirma el presidente de Corpinnat, Pere Llopart. No obstante, desde la marca colectiva no han cuantificado el impacto de la nueva política arancelaria en Estados Unidos. Llopart recuerda que Corpinnat exporta «solo» una media del 19% de la producción -con diferencias sustanciales entre algunas bodegas miembros-, frente al 64% que la DO Cava vende al extranjero. EE.UU. es uno de los mercados donde más bodegas de Corpinnat tienen presencia, y Llopart admite «mucha incidencia» en las ventas durante los meses en que Trump estuvo cambiando sistemáticamente los anuncios sobre los aranceles, «pero no hay datos concretos porque es un mercado que continúa inestable”, añade.
Desde Corpinnat denuncian que, desde que abandonaron la DO Cava, han quedado al margen de ayudas por parte de la administración “a pesar de ser el colectivo con más producción de botellas de alto valor añadido”. Consideran que la musculatura que ha adquirido Corpinnat obliga a la Generalitat «a tomar decisiones», escucharlos y apoyarlos económicamente «porque el cuidado del territorio debería ser una apuesta de país”.
