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Disminuyen tanto la superficie de viña como el consumo de vino en el mundo

El sector de la viña y el vino del mundo se enfrenta a «desafíos difíciles» por culpa, en parte, de los efectos del cambio climático y por las presiones inflacionistas y la subida de precios. Así queda recogido en las conclusiones del informe que ha presentado este jueves 25 de abril la Organización Internacional de la Viña y el Vino, OIV, con relación a esta industria y haciendo valer datos del año 2023. El director general de la entidad, John Barker, ponía negro sobre blanco una serie de cifras que muestran una clara tendencia a la baja tanto en cuanto a la producción como al consumo de vino. Por pasos.

En primer lugar, la superficie de viñedos sigue bajando, reduciéndose hasta 7,2 millones de hectáreas, cifra que supone una disminución del 0,5% respecto a datos de 2022. Una tendencia a la baja, dicen, que se viene registrando por tercer año consecutivo y que prueba el hecho que se están arrancando viñas en varias regiones de cultivo de los dos hemisferios, Norte y Sur. Barker señalaba el hecho que a pesar de que hay muchos países productores de vino en el planeta, la mayor parte de la superficie está repartida entre seis países, entre los cuales, hay Francia, Italia y España, siente este último, l‘Estado español, quien tiene registrada la superficie más grande con 945. 000 hectáreas, seguida por Francia y China.

Mujer con una copa de vino
Mujer con una copa de vino | Foto: iStock

La menor producción de vino desde 1961

Estas viñas, compartía, han sufrido en el último año de unas condiciones climáticas extremas -inundaciones, lluvias torrenciales- y enfermedades fúngicas generalizadas, culminando en una producción mundial «históricamente baja» -tanto al hemisferio norte como sur- de hasta 237,4 millones de hectolitros, que representa el 10% menos respecto al año anterior y la producción más baja de vino desde el año 1961 en el planeta, según recuerda el informe OIV. En este caso, Francia se sitúa al frente de la producción de vino del mundo, ante una caída importante de sus principales competidores, Italia y España (con un -23%).

En cuanto al consumo mundial de vino, el 2023 se ha cerrado con una estimación de 221 millones de hectolitros, reproduciendo también la tendencia a la baja del resto de indicadores: estamos ante una bajada del 2,6% respecto a «cifras ya bajas» -dice OIV- del año 2022. En este caso, lo imputan a «el aumento de los costes de producción y distribución, impulsados por la presión inflacionista» que provocó un aumento de los precios para los consumidores, que también se enfrentan, por su parte, a un «poder adquisitivo reducido». A pesar de los retos, puntualizan desde el OIV, «ha habido algunos mercados que han mostrado resiliencia». En términos absolutos, el principal mercado consumidor continúa siendo el de los Estados Unidos, a quienes siguen Francia e Italia en segunda y tercera posición.

Uva negra | Foto: DO Cataluña

Récord en el precio por litro

Por último, y no menos importante, el comercio del vino internacional ha estado condicionado «notablemente» por el aumento de los precios. Se han exportado 99 millones de hectolitros (un -6% respecto a 2022) por valor de 36.000 millones de euros. El principal país exportador es Italia (7.700 millones de euros), a pesar de que Francia lo supera en valor (11.900 millones de euros). España ha exportado durante el 2023 por valor de 2.900 millones de euros. OIV celebra que la bajada en cantidad «se compensa» con el incremento de precio mediano por litro, que «ha batido récord de 3,62 euros el litro».

Finalizada la presentación de las cifras, Barker hizo una breve estimación preliminar de la última vendimia en la cual están inmersos los países productores del hemisferio sur. Insistiendo en el hecho que estamos ante datos «muy tempranos«, habló de un incremento del 5% de la producción mediana debido, sobre todo, al incremento de cosecha en países como Australia (+21%) y Argentina (+20%). En Chile, en cambio, se espera una bajada de la producción que podría superar el -10%.

Poco antes de finalizar la presentación, el director general del OIV se refirió a los retos a los cuales se enfrenta en la actualidad el sector de la viña y el vino del mundo. «El cambio climático es lo más importante y el más urgente«, señalaba. De aquí que insistiera en el hecho que «tenemos que trabajar más que nunca para mitigar el efecto».

La Organización Internacional de la Viña y el Vino está preparando este año los actos de celebración de su centenario de su fundación.

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