«Por fin llueve, ya tocaba, ¡la viña respira fresca!», comparte en un post la bodega leridana Rubió de Sòls, acompañándolo de unas imágenes de sus viñedos. Es un clamor común en todo el campo catalán, que inmerso en la campaña de vendimia 2024, celebra esta agua como si fuera un regalo de los dioses tras días y días sufriendo los efectos de la fuerte sequía. Recogemos más testigos otras regiones del vino del país.
También ha llovido al Macizo del Garraf, y da fe la bodega Torre del Veguer, quien ha agradecido en un post que «¡por fin, llueve! Un verdadero regalo en estos tiempos de sequía que vivimos en la zona». Y continúa: «Esta agua bendita nos acompaña justo en plena vendimia de algunas de nuestras parcelas del Macizo del Garraf, revitalizando nuestras viñas y refrescando la jornada, haciéndola mucho más soportable». La bodega de la región del Penedès acompaña este texto con una imagen de los vendimiadores -entre los cuales está el propietario- felices mirando el cielo.
«Cualquiera gota de agua es bienvenida», agradecen desde el proyecto del Jardí dels Sentits, también en el Penedès.
También ha llovido en las comarcas más meridionales de Cataluña, como el Priorat, donde según ha compartido esta mañana la bodega Pascona ya llevan «acumulados 15 litros». «Llueve y llueve muy bien, lluvia fina que [la planta] se está bebiendo toda», dice en referencia a las plantas, muy sedientas.
Lo corroboran desde Mas de Gil, quien agradece también estos 15 litros recogidos en tierras prioratinas, «esperando que este miércoles siga lloviendo». «Hoy soy feliz por el Priorat porque la lluvia ha acariciado la tierra«, describen en un post publicado en la red Instagram.
Incluso, hay quien aprovecha este cambio de tiempo para dar algunos consejos. «Tenemos que proteger las viñas que todavía están madurando la uva», dice el Master of Wine Fernando Mora, acompañando el texto con un video donde explica cómo preparar la planta para «maximizar el paso de aire entre las uvas y minimizar, así, el riesgo de daños por