«El Festival Gastronómico Corpinnat está consolidado«. Lo dice con contundencia Carles del Amor, nuevo gerente de la marca, pocos días antes de que finalicen las últimas convocatorias de esta cuarta edición. Pronto se darán a conocer cifras definitivas, pero de momento, la valoración es muy positiva. «Presentamos el programa y el día siguiente ya habíamos colgado el cartel de completo en una de las cenas», recuerda a guisa de anécdota el gerente. No solo esto, sino que pronto se fueron llenando el resto de localidades. «Hemos tenido mucho de éxito porque las reservas han ido muy deprisa». Sea como fuere, en la edición de este año los cocineros de más de 30 restaurantes han llevado su cocina a los espacios más singulares de las bodegas en el Penedès para crear maridajes únicos.

Júlia Bernet y la cocina del Casamar
El lunes 1 de julio, Quim Casellas, chef del restaurante Casamar de Llafranc, ofrecía a la bodega Júlia Bernet desde el Pago (municipio de Subirats), un menú degustación dedicado a una de las joyas gastronómicas más preciadas de nuestro país, la gamba roja de Palamós.
Cocinada de diferentes maneras que permitieron disfrutar de todo el potencial que este crustáceo puede ofrecer y combinada con mucho de acierto y criterio con los vinos y los espumosos de la bodega Júlia Bernet. Se pudo disfrutar de toda la colección de espumosos de la bodega, la Exsum Rosado, el Ú, el Exsum, el R-130 y Maria Bernet. La traca final de esta cena fue cuando los asistentes pudieron disfrutar, degollado en directo, de Maria Bernet 2010, un espumoso que con casi 168 meses de crianza acompañó con eficiencia y elegancia un estratosférico mar y montaña de pollo de campesino, sepia y gamba de Palamós. Un maridaje que hizo poner los pelos de punta a todo el mundo.

Gramona y Quim de la Boqueria
Otra de las cenas que se llevaron a cabo en este 4.º Festival fue el que llevó la cocina del popular restaurante Quim de la Boqueria, situado en el Mercado de la Boqueria, hasta la bodega histórica de Gramona.
En esta cena se recreó la famosa y codiciada barra de Quim de la Boqueria en el interior de la bodega que tienen en el centro de Sant Sadurní d’Anoia. Quim Márquez y su socio y cocreador del Hidden, Aitor Olabegoya, ofrecieron una cena basada en los platos más reconocidos de estos dos chefs y que tanto éxito han tenido durante tantos de años en su espacio del mercado. No faltó el atún rojo, la carne de Wagyu, los huevos fritos de Quim de la Boqueria, esta vez acompañados de cepas, el arroz meloso de pop y pistachos y el filete de becerra con la famosa versión de la salsa Café de París de Quim.
La bodega Gramona ofreció una sus espumosos más emblemáticos, como Gramona Imperial Magnum 2018, Gramona Innoble 319, Gramona III Lustros 2015 y Gramona Celler Batlle 2014 para acompañar las creaciones de los chefs.

Un evento que nació en pandemia
La Asociación de Elaboradores y Viticultores Corpinnat (AVEC) ha organizado por cuarto año su Festival Gastronómico, una iniciativa que surgió en 2021 para contribuir a paliar los efectos de la pandemia en la restauración y que ha acontecido con solo cuatro ediciones una cita de referencia para todos los amantes de los vinos y la gastronomía.
«El primer año, recuerda el gerente, se organizaron muchas cenas, y con los años hemos reducido un poco el número de convocatorias». Este año habrán reunido unas cuarenta personas de media en unas cuarenta cenas, sumando unas 1.600 cenas en un mes y medio. «Una buena cifra«, valora Del Amor, que no solo tiene impacto en las bodegas, los chefs y las marcas, sino que también lo entienden como un valor añadido por el territorio. «Mucha gente viene expresamente al Penedès, entre semana, y esto genera un impacto económico como quienes deciden quedarse incluso a dormir». En conclusión, «estamos contentos con el formato y ya nos planteamos llegar hasta la cincuentena de cenas», concluye. Estos encuentros son una muy buena ocasión para poder conocer el territorio y los vinos espumosos de las bodegas que forman este colectivo.