El tiempo no da tregua al campo catalán. Hace pocos días, incluso horas, el campesinado rezaba al cielo para pedirle agua, y ahora que el agua ha venido, no lo ha hecho en todas partes de la manera esperada. Este sábado primero de junio, algunos viticultores del Penedès han denunciado que fuertes lluvias y granizadas han dañado viñas y racimos, que justo estos días están en plena fase de floración. Ha sido un episodio complicado para algunos viticultores, que han compartido fotos y videos donde se ven las graves afectaciones que ha tenido el temporal en sus fincas.
Crece la incertidumbre sobre el futuro de la viña en el Penedès
Viticultores de la región han delimitado las principales afectaciones sobre un mapa, que reproducimos justo aquí. Confirman, además, las primeras afectaciones, que podría superar las 800 hectáreas en fincas de Mediona, Guardiola-Rovira Roja y Alzinar; y unas 650 hectáreas más en la zona de Las Cunilleres-La Ràpita y los Monjos.

Se trata, pues, de afectaciones graves que harán que algunas de estas viñas este año no puedan dar fruto. Sobrevivirán, sí, o esto creen los viticultores, pero no está claro qué pasará con las próximas cosechas. Esta situación se suma a las dificultades a las cuales se enfrenta el campo catalán desde hace algunas añadas, especialmente en la zona del Penedès donde están acusando uno de los peores escenarios de sequía de las últimas décadas. De este modo, a las viñas que están muriendo de sed ahora se suman aquellas que no podrán producir por culpa de la granizada.


Alerta del plan Inuncat
Protección Civil ya había activado sábado por la mañana lo alerta del plan Inuncat por un aviso de lluvias intensas a partir del mediodía que preveían aguaceros y granizo o piedra, en algunos casos, en la mitad nordeste del país y las comarcas del Tarragonès y el Baix Camp. Se avisaba que se podrían superar los 20 litros por metro cuadrado en 30 minutos, por eso pedía aumentar las precauciones y sobre todo vigilar las crecidas repentinas de barrancos y cauces menores (rieras, riachuelos) y las zonas inundables (sótanos, pasos sepultados).