Tomàs Cusiné ha estado cuatro años al frente de la Denominación de Origen Costers del Segre, y ahora dice que es momento para hacerse al lado y dar el relevo a otra persona para presidir la entidad del vino leridana. El cambio, pero, se hará a medio mandato, es decir, él sumará dos años más, y en 2025 habrá cambio, y entrará Isidre Ribalta, actual gerente de Carviresa. Cusiné entró al consejo regulador sustituyendo Xavier Farré en las anteriores elecciones, que se celebraron en 2019.
El actual propietario de Castell de Remei, Cérvoles Bodega, Tomàs Cusiné y Cara Nord, tiene una larga trayectoria como bodeguero y también como miembro del órgano de gobierno de la DO. Ahora, una vez pasados estos dos años, y así lo comparte con Vadevi, se centrará en sus proyectos, a pesar de que continuará vinculado como miembro del consejo rector de la denominación de origen. Por cierto, que también recientemente hemos visto como Cusiné dejaba la presidencia de la Ruta del Vino de Lleida, que recayó en Albert Isasi.
Zonificación, unidad y recuperación de variedades ancestrales
El actual presidente hace balance positivo de este último mandato. Se siente especialmente satisfecho de haber conseguido «hacer más piña» dentro de la DO. «Hemos aprendido a ir todos a una», y sobre todo «a explicarnos a través de la diversidad«. «Somos un territorio que dista en 150 km, pero compartimos un mismo talante, nos une la continentalidad», confiesa Cusiné. Y concluye, «hemos conseguido que haya un sentimiento de pertenencia, orgullo de hacer vinos de calidad bajo el amparo de la DO», y este tiene que ser el camino a seguir, insistirá.
Sumada a esta reflexión, habla también del impulso que han dado en el ámbito de la difusión y comunicación. «Venimos de una entidad más técnica y garante de calidad, ahora hemos añadido esta visión más
Por último, pero no menos importante, Tomàs Cusiné habla de todo el trabajo que han iniciado para recuperar una variedad historia del territorio, la trobat. La han replantado, hecho microvinificaciones, y todavía continúan trabajando para identificar la mejor manera de vinificarla y sumarla al relato del territorio. «Esperamos verla aprobada definitivamente entre 2024 y 2025». Y mientras tanto, comenta, seguirán haciendo investigación otras variedades que también han estado tradicionales en la región vitivinícola.
