Casi la mitad de los visitantes que eligen hacer enoturismo en Cataluña son catalanes (46%), el 11% vienen de España y un 43% son del resto del mundo, sobre todo de países europeos (37%). Existe diferencias entre el público según si visita las bodegas entre semana o el fin de semana y entre semana, que acostumbran a ser de fuera, mientras que durante el fin de semana, el público mayoritario es catalán. Además, existe relación entre la distancia en la bodega desde el lugar de origen y la relación con el mundo del vino. En este sentido, cuanto más lejos, más experto, cuanto más cerca, más curioso. Estas son algunas de las observaciones que se desprenden del segundo estudio sobre el perfil de los visitantes a las bodegas de Cataluña realizado durante el 2023 por la Agencia Catalana de Turismo de la Generalitat.
Las conclusiones de este estudio se han dado a conocer durante una jornada celebrada este martes 9 de abril en Vinseum de Vilafranca del Penedès, donde también se han presentado datos de interés sobre la notoriedad de Cataluña como destino enogastronómico y nuevos mercados con potencial de desarrollo y se ha explicado cuál es la reputación digital de la enogastronomía en Cataluña.
«Cataluña, destino enogastronòmica de referencia en el mundo»
El Gobierno elaboró en 2018 la primera edición del estudio
«Apoyamos e impulsamos iniciativas que nos deben situar como destino enogastronòmica de referencia a escala mundial», compartía la directora general de Turismo, Marta Domènech durante el acto de presentación del estudio. «Estamos trabajando en esta dirección y los datos que hoy presentamos tienen que servirnos para entender las motivaciones, expectativas y motivos de elección de nuestros visitantes para proponer una oferta de más calidad», añadía.
Cuantificar los perfiles de enoturistas
Según el estudio, que se ha llevado a cabo a partir de entrevistas personales realizadas en bodegas de todas las Denominaciones de Origen (DO) de Catalunya, el enoturista que nos visita tiene más de 40 años (80%) con una media de edad de 50 años. Los visitantes catalanes son más jóvenes que el resto, con un gran porcentaje de entre 31 a 50 años. Viaja principalmente con amigos (36%), a pesar de que también destacan los viajes en pareja (31%), y un 65% lo hace en grupos organizados.
La mayoría de los visitantes no son expertos ni altamente vinculados al mundo del vino, pero comparado con el estudio de 2018, han aumentado su experiencia previa en enoturismo (esta no es su primera visita). Los que vienen del resto de Europa y resto del mundo tienen una vinculación y pericia con el mundo del vino más elevada que el público catalán y español. A pesar de que para la mitad de los visitantes esta es su primera visita a una bodega en Cataluña (52%), ha aumentado, respecto a 2018, el porcentaje de visitantes repetidores, pasando del 31% al 48%. Los catalanes repiten más la visita a bodegas de Cataluña, y, por tanto, es un perfil con alto potencial de repetición. En este sentido, el 62% de catalanes ya había visitado alguna bodega de Cataluña y, a pesar de que no es un público experto en el mundo del vino.
Acercarse al mundo del vino o profundizar
En todos los casos, detallan, la motivación principal para visitar una bodega catalana es conocer el mundo del vino y probar nuevos vinos, a excepción del público del resto del mundo que se considera gran amante y busca mejorar su conocimiento. Por otro lado, la diversión es el segundo elemento más importante de la visita, junto con el hecho de complementar su estancia con una actividad de la zona.
En cuanto a la fuente de conocimiento, el informe contempla que se informan a través de amigos (44%) e internet (39%). Las cifras demostrarían que, comparado con el 2018, ha aumentado mucho el uso de internet tanto para inspirarse como por la reserva y compartir sus experiencias. El principal canal para hacer reservas es la página web de la bodega (53 en global y 61% para los catalanes); de hecho, el 78% han visitado el web antes de ir, una cifra que aumenta en 50 puntos respecto al 2018. Un 67% lo ha visitado para buscar información de las actividades, un 56% para hacer la reserva y un 41% para hacer el pago de una reserva. La gran mayoría compartirá su experiencia en las redes sociales, principalmente en Instagram.
Los catalanes hacen enoturismo low cost : coche propio y duermen en casa
Por lo que se refiere al alojamiento y el transporte, los catalanes que visitan las bodegas se desplazan con coche propio y duermen en su casa. Los extranjeros duermen principalmente en hoteles de 4 estrellas y en alojamientos rurales, y un 51% lo hace en Barcelona, mientras que un 33% duerme en una población próxima a la bodega. El transporte principal de los extranjeros es el autocar y el coche de alquiler. La visita a la bodega es el objeto principal de la salida para la mitad de los visitantes, mientras que es una actividad complementaria para la otra mitad, que también buscan gastronomía y visitar pueblos.
El informe también detalla que el tipo de experiencia que más se realiza en las bodegas es la visita y cata. La media del gasto que hacen los visitantes en actividad es de 29 euros. Esta ha aumentado respecto al 2018, que era de 20 euros. El gasto en tienda también ha aumentado pasando de 25 euros en 2018 a 37 euros el 2023. El público internacional es el que hace mayor gasto en la compra de productos en la tienda. En el caso de los europeos la media es de 46 euros y para el público del resto del mundo la media es de 58 euros. Los extranjeros están acostumbrados a comprar en línea y también hacen más gastada en tienda.
Según el director de la Agencia Catalana de Turismo, Narcís Ferrer, del estudio sobre el perfil de los visitantes a las bodegas de Cataluña