Hace meses que una nueva técnica para retener el agua en la viña movilizó a varios viticultores del Penedès. Surgía gracias a una iniciativa pionera adaptada en Cataluña por la bodega Llopart,

«Muchas fincas, bajo el umbral de la supervivencia»
El texto, dirigido a David Mascort, consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat, empieza exponiendo la situación y realidad del territorio, donde «muchas fincas están por debajo del umbral de la supervivencia y de la rentabilidad económica», apuntan. Saben que el contexto es «excepcional», pero también que la realidad climática avanza hacia la reducción de precipitaciones, lo cual hará «más que probable la inviabilidad de las explotaciones, a causa de la reducción de rendimientos» e incluso, lamentan, puede llevar a «la muerte de la planta«.
«Los viticultores y viticultoras del Penedès estamos aplicando todas las opciones agronómicas y técnicas pertinentes para hacer con menos agua, incluso para resistir, pero, aun así, no podemos hacer más sin agua», comparten. Por eso, reivindican su derecho de ser atendidos «con la misma intensidad que otros territorios de Cataluña». De motivos no les faltan. Más allá de la supervivencia de tantos proyectos particulares, también tienen claro que mantener el «sector vivo y con esperanzas de futuro» contribuirá a «descarbonitzar el territorio y hacerlo más resiliente» ante unos cambios en el clima que condicionarán la manera de trabajar la tierra del presente y del futuro más inmediato.
Un riego mínimo de 1.500m3/ha
Por todo ello, piden a la Administración que «dote, sin más demora, de un riego de apoyo mínimo de 1.500m3/ha a la viña del ámbito territorial de la Denominación de Origen Penedès para permitir que «la vitivinicultura de este territorio sea viable económicamente».
El documento lo firman varios viticultores, ingenieros agrónomos, en muchos casos vinculados también a bodegas de la región. Entienden que hay que «empezar con urgencia un proyecto ejecutivo» que permita incorporar y garantizar el riego de apoyo en el ámbito de las 24.000 ha. del territorio de la DO Penedès, «que contemple la generación de las infraestructuras necesarias de todas las fuentes posibles, incluyendo agua desalada, adecuando la futura planta de Cubelles, el paso de agua depurada a regenerada de las EDAR del territorio, como también otras fuentes posibles.
También piden a la Consellería que «el proyecto tenga presentes los aspectos técnicos, de infraestructura, de gobernanza, socioeconómicos y de sostenibilidad para la implementación del mencionado riego de apoyo contemplando todas las fuentes posibles de agua apta por el cultivo» y que se ejecute «con carácter de urgencia», señalando incluso una fecha, que sea «como máximo», durante el segundo semestre de 2024, «independientemente del régimen pluviométrico», apunten.
En el documento hacen constar también la necesidad «de implementar un plan de contingencia» que contemple el periodo de transición para mantener la actividad hasta la implementación del riego de apoyo. Por último, y no menos importante, piden que el sector pueda participar en la elaboración del estudio, «aportando todo el conocimiento existente hasta el momento».