«Ha sido un día histórico«, claman satisfechos varios viticultores del Penedès. La razón, según ha podido conocer Vadevi, que este miércoles 10 de julio se ha acordado la constitución de la primera comunidad de regantes de la veguería.
El acuerdo llega tras varios encuentros, el último de los cuales tuvo lugar esta misma semana. Ha sido una reunión que ha visto representado a todo el sector vitícola del Penedès, desde sindicatos a asociaciones de viticultores, Revolta Pagesa, patronales, cooperativas…, también había voces del sector público, como algún alcalde o miembro de consejo comarcal local y varias autoridades de la Administración encabezadas por el delegado del Gobierno a la Vegueria del Penedès, David Alquézar, el secretario de Agenda Rural, Oriol Anson, y la directora de INCAVI, Alba Balcells.
Sea como fuere, la decisión da respuesta a una fuerte reivindicación de un sector que está amenazado por la falta de lluvia desde hace varias añadas. «La disponibilidad de agua está«, confirman voces del territorio, y a partir y ahora la Generalitat tendrá que estudiar cuáles son las fuentes de agua posibles que permitan crear la infraestructura necesaria para realizar este riego a los cultivos vitícolas del territorio.

Cambio de paradigma en el Penedès
Será, según confirman las mismas fuentes, un riego de apoyo, «de supervivencia», y por el hecho de ser así, podría recibir una importante subvención pública en la hora de llevar a cabo las obras para condicionar la llegada del agua. «El campesino tendrá que asumir un porcentaje bajo, son condiciones ventajosas», valoran algunos viticultores.
Pero ¿de qué obras estarían hablando? Sería una inversión importante que de entrada se plantea aprovechar el agua de las depuradoras, «hay que hacer el agua regable a través de varios tratamientos», apuntan los viticultores. Y, además, habría que encontrar la manera de aprovechar el máximo las aguas pluviales, creando infraestructuras que permitan acumularla, como podría ser el caso de las balsas. Una última opción, pero también viable, según los afectados, sería utilizar desaladoras. «En Cubelles hay prevista una desaladora, sería interesante preverla más grande».

«Ha llovido, pero en el Penedès todavía falta mucha agua»
«Todo ello es posible y viable», valoran con optimismo los viticultores. Pero como requiere tiempo e inversión, hay quien se miran el proyecto con cierta distancia, por una simple razón, según explican a Vadevi: «mientras el viticultor no se pueda ganar la vida trabajando la viña, ¿cómo podrá asumir los costes extra de poder invertir en las infraestructuras para traer agua?», se cuestionan. «El agua es garantía para poder garantizar calidad, y sobre todo supervivencia de un sector que ahora está amenazado», insisten desde el Penedès, «pero es imprescindible que este cambio venga acompañado de la mejora de los precios por los cuales se paga el producto, si no no servirá de nada tener un riego garantizado«, lamenten.
Será cuestión de seguir reuniéndose y de seguir llegando a acuerdos, porque el sector del vino del Penedès sigue necesitando una inyección de agua para poder mantener en vida las viñas. «Ha llovido, sí, dirán algunos viticultores, pero ha sido una lluvia de mínimos, y esta crisis de sequía no ha acabado, todavía nos hace falta mucha agua». Y continúan: «Parece incoherente formar una comunidad de regantes sin tener el agua a punto, pero es el único camino viable para hacer posible una concesión de las aguas disponibles».
De aquí que varias voces sientan que «estamos ante un cambio histórico: que una zona histórica de secano pueda plantearse poder regar, es un cambio de paradigma muy importante«, concluyen viticultores en activo del Penedès.