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Raimat mitiga cambio climático y salva la vendimia con agricultura de precisión

El riego de precisión, proteger la base de la cepa, y mantener cubiertas vegetales para luchar contra la erosión del suelo; son las tres medidas clave con las cuales la bodega Raimat de Lleida (DO Costers del Segre) lucha contra el cambio climático y palia la sequía en años tan secos como este 2023. Unas acciones que hacen que Raimat inicie esta vendimia «con optimismo tanto en cuanto a la calidad como la cantidad de uva» a pesar de haber vivido la primavera más seca y cálida desde que hay registros en la zona. Así lo ha explicado hoy lunes, día 31 de julio, su director, Joan Esteve. Por su parte, el enólogo, Carles Escolar, destaca que las características de la uva hace prever «que obtendremos vinos muy estructurados, aromáticos y con buena acidez».

Esteve asegura que «Raimat es un ejemplo que, en un entorno a cambio climático, la producción vitícola de calidad puede ser sostenible. Pero la buena gestión del riego gracias al conocimiento del suelo y el uso de herramientas de riego de precisión, las nuevas tecnologías y las técnicas de agricultura regenerativa son imprescindibles.»

Foto: Rafa Gimena

Una afectación mínima por sequía

En este sentido, si se cumplen las previsiones, la afectación de la sequía en el volumen será mínima, con 6,5 millones de kg de uva, el 100% ecológico, para elaborar unos 6 millones de botellas de vinos de Raimat. En cuanto a la calidad, se espera todavía mejor que el año pasado, puesto que las temperaturas de junio y julio no han estado tan extremas como el 2022 y la sanidad de la viña es excelente.

Unas ochenta personas participarán en la vendimia, que empieza con la cosecha de las variedades chardonnay y pinot noir, continúa con albariño y xarel·lo, y siguen tempranillo, sirà. La última variedad a vendimiarse será el cabernet sauvignon, que se prevé que se empiece a cosechar en el mes de octubre. En Raimat, la vendimia se hace de madrugada, en las horas más frescas del día, de forma manual y por una sola cara de la cepa, consiguiendo la selección de la mejor uva, con el objetivo de obtener expresiones únicas de sabor y aromas. Por su situación y clima, ya es, tradicionalmente, una de las primeras bodegas de Europa en iniciar la vendimia. El año pasado las altas temperaturas la obligaron a iniciarla en julio (el día 29) por primera vez.

Riego de precisión

En cuanto al riego de precisión, Raimat identifica qué puntos de la viña necesitan agua, cuánta y en qué momento. Para saberlo, una pequeña avioneta sobrevuela las 1.700 hectáreas de viña de la zona y crea un mapa donde se puede identificar las zonas demasiadas o poco regadas. Así, el viticultor puede consultar el mapa y programar según las necesidades de cada parcela. Y en paralelo, en colaboración con IRTA (Instituto de Investigación y Tecnología Agroalimentarias), se han aplicado mejoras en la ingeniería de la red de riego, adaptándola a las condiciones del suelo, buscando el máximo de eficiencia hídrica, reduciendo hasta un 20% el consumo de agua.

Raimat también ha aplicado materia vegetal (caparazones de nueces o almendras, por ejemplo) como una capa suelta bajo las cepas. Una técnica conocida como ‘mulching’ y que protege las raíces de la climatología externa, ayudando a mantener el suelo a una temperatura constante; especialmente en épocas de altas temperaturas. Esta protección vegetal evita la evaporación del agua en el suelo y ayuda a la oxigenación. Además, favorece la vida microbiana y aumenta la materia orgánica mientras mejora la estructura del suelo y la biodiversidad, creando un ecosistema equilibrado y manteniendo las cepas sanas.

En cuanto a las cubiertas vegetales con hierbas (sembradas o residentes), estas contribuyen a regenerar el suelo, a fijarlo y reducir la erosión. Su uso también reduce la compactación de los suelos y una mejora de la infiltración del agua de lluvia; así como se convierten en materia orgánica que reduce la necesidad de abonados. Las cubiertas también son reservorio de insectos que contribuyen al control de plagas y mejoran la biodiversidad, que a su vez enriquece la tierra.

Los responsables de Raimat indican que «las técnicas de agricultura regenerativa y sostenible, la innovación en el control de plagas sin fungicidas, y la gestión eficiente del agua han contribuido al hecho que en estos últimos veinte años, se haya conseguido regenerar los suelos de manera muy significativa, mejorando la fertilidad natural y la biodiversidad, y consiguiendo un mayor equilibrio de las cepas. Todo ello ha convertido Raimat en el centro de investigación y desarrollo vitivinícola líder en el estado y un referente en programas de sostenibilidad y medio ambiente en toda Europa».

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