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El vino catalán pide unidad para frenar la implantación de la MAT

El ministerio español para la Transición Energética ha aprobado este miércoles la línea de Muy Alta Tensión (MAT) que tiene que ir desde Terol, en el Aragón, hasta Begues, al Baix Llobregat. Contando con una declaración de impacto ambiental favorable, la Moncloa ha autorizado a Energías Renovables de Ormonde 36 la construcción de una línea de evacuación aérea y sepultada de 400 kV que, a través de 196 kilómetros, cruzará 40 localidades catalanas de las Tierras del Ebro, el Camp de Tarragona, el Penedès y el área metropolitana de Barcelona.

Ocho comarcas y unos cuarenta municipios catalanes afectados

Los municipios afectados son de ocho comarcas catalanas: Gandesa, Corbera d’Ebre, la Fatarella, Ascó, Móra d’Ebre y Garcia, en las Tierras del Ebro; el Masroig, Falset, Pradell de la Teixeta, Duesaigües, Riudecols, Alforja, l’Aleixar, Almoster, la Selva del Camp, l’Albiol, Alcover, el Milà, Valls, Vallmoll, Nulles, Vilabella, Puigpelat, Bràfim, Montferri y Rodonyà, en el Camp de Tarragona; Masllorenç, la Bisbal del Penedès, Sant Jaume dels Domenys, Llorenç del Penedès, l’Arboç, Castellet i la Gornal, Santa Margarida i els Monjos, Olèrdola, Sant Cugat Sesgarrigues, Avinyonet del Penedès y Olesa de Bonesvalls, en el Penedès, y Begues y Vallirana, en el Baix Llobregat.

Paisaje de viñas en la región vitivinícola del Montsant
Paisajes de viña de la región del Montsant | Foto: DO

Impacto sobre grandes regiones del vino

«El impacto que puede tener una instalación de estas características sobre nuestro territorio es injustificado«, lamenta el alcalde de Falset, Carlos Brull. «En el Priorat vivimos de nuestro patrimonio natural, cultural y sobre todo agrícola«, explica a Vadevi, «y este proyecto puede perjudicar espacios protegidos y algunos de los términos paisajísticos de alto nivel«. Todo ello, explica, podría suponer afectaciones importantes sobre hectáreas de viña (y otros cultivos), e incluso, puntualiza el alcalde, sobre alguna bodega. En el caso prioratino, la MAT se desplegaría por municipios como el mismo Falset, el Masroig y Pradell de la Teixeta donde están en marcha, por ejemplo, proyectos como el Celler Masroig, o San Rafel, en la Teixeta.

Precisamente la propietaria de la bodega San Rafel, y también presidenta de la DO Montsant, Pilar Just, se muestra firme ante la necesidad de parar este proyecto. «Debemos hacer oposición frontal y además pedimos a los políticos que por favor tengan una mirada amplia, de futuro». Justo pose sobre la tabla que hace muchos años que están trabajando por «consolidar una comarca vitícola-agraria«, para garantizar que el campesinado pueda vivir dignamente y arraigar la población para evitar despoblamientos. «Y el MAT destrozo todo este camino trazado«, espeta. «No puede ser que porque seamos territorios pequeños, tengamos que aceptar todo el que nos abocan desde fuera, a menudo sin tener suficiente conocimiento ni haber puesto nunca ni un pie». Y concluye: «Queremos vivir de la tierra, que nos dejen hacerlo de manera tranquila».

Oposición contra un proyecto que «echaría a perder el territorio»

Desde el Penedès, se suma la voz de Francesc Olivella, director de la Denominación de Origen Penedès. «Como DO defendemos por supuesto cualquier proyecto que proteja nuestro territorio«, dirá a Vadevi. Y recuerda que ya hace unos meses se había aprobado en pleno el apoyo a los consejos comarcales y municipios afectados por el paso de la MAT. «Nuestra posición sigue siendo la misma, seguimos a su lado en las decisiones que se tomen en este sentido» siempre en beneficio del futuro del sector del vino del territorio penedesenco.

«Estamos totalmente en contra», dirá en este caso Maite Esteve. Parla como viticultora de Penedès, pero también como voz de la entidad Mirillas Tierra de Vinos. «Es una infraestructura de mucha envergadura que echaría a perder el territorio», lamenta. Y además, dice, «todo ello es fruto de una mala gestión de las energías alternativas». Por eso, y para hacer frente a la difícil situación, clama a la unidad: «Tenemos que hacer piña, en el Penedès y en todo Cataluña y oponernos totalmente al hecho que pase la MAT». «A menudo pagamos los mismos, ya somos un territorio bastante trinchado«, concluye.

Imagen de viñas del Penedès | Foto: Ecos Penedès

Pendiente de la respuesta de la Generalitat

A la espera que la Generalitat, que tiene la última palabra, dé el visto bueno, ya ha habido ayuntamientos, consejos comarcales, las diputaciones de Tarragona y Barcelona y la dirección general de Energía de la Generalitat que habían emitido informes desfavorables. Además, varios grupos ecologistas habían presentado alegaciones. La situación, de hecho, es conflictiva porque, el 2021, la misma ministra de Transición Energética consideró que el proyecto «no tenía lógica y era desproporcionado» y su partido, el PSOE, aprobó una resolución en el Senado español para denegar la autorización junto con ERC, Juntos y Teruel Existe.

El Gobierno, por su parte, ha emitido dos informes desfavorables a la MAT, alegando que no dispone de suficiente información para aprobar un informe de impacto ambiental. Además, el consejero de Acción Climática, David Mascort, recordó este jueves que la aprobación depende en última instancia de la Generalitat y añadió que el ministerio está presionando la Generalitat porque sea ella quien deniegue la construcción.

Sea como fuere, y pendientes de estos informes que podrían ser definitivos, también hay cierto malestar entre los municipios afectados, puesto que, según recuerda el alcalde de Falset, hace tiempo que una cuarentena de localidades y entidades habían hecho llegar alegaciones al proyecto y no tienen constancia que se hayan tenido en cuenta desde el Gobierno catalán. «Continuaremos activos para ver qué acciones más podemos hacer para seguir defendiendo y protegiendo nuestro territorio«, concluye Brull.

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