La DO Alella es conocida en todas partes por sus vinos blancos. Eran los preferidos de los nobles de Barcelona durante la Edad Media y fueron la bebida de las clases altas de la ciudad durante la primera mitad del siglo XX, sobre todo a raíz del enorme éxito logrado por el Marfil, el semiseco elaborado en la entonces bodega cooperativa Alella Vinícola con pansa blanca y garnacha blanca, y criado durante algunos años en enormes depósitos de madera antes de ser embotellado en elegantes, estilizadas y muy reconocibles botellas tipo Rihn.
Pero tanto en la Edad Media (y antes) como durante el esplendor de Alella Vinícola, como hoy en día, las diferentes bodegas de la DO Alella han elaborado tintos de gran calidad. De hecho, los vinos tintos de la cooperativa habían sido premiados con medallas de oro en concursos internacionales.
Pero hablemos del presente. A pesar de que Alella sigue siendo para muchos un referente en vinos blancos, el porcentaje de viñedo de variedades de uva blancas en el territorio es del 70% (la mayor parte es pansa blanca): esto significa que el 30% restante son variedades tintas. No es un porcentaje residual. De hecho, la segunda variedad más plantada en los municipios de la DO Alella es la garnacha negra, seguida de variedades extranjeras como la merlot, la sirà (que, aunque no es autóctona, se ha adaptado bien al terruño alellense) y la cabernet. Poco a poco, los viticultores van recuperando la mataró y la sumoll, propias de la zona.

Hoy casi todas las bodegas del territorio (tanto si elaboran con el sello de la DO o sin él) tienen algún tinto en su catálogo: Alta Alella, Bouquet d’Alella, Can Roda, Celler de les Aus, Celler Marfil, Oriol Artigas, Talcomraja, Roura y Vallalta Vinícola tienen tintos jóvenes y de crianza en su catálogo de productos. Algunos de los productores que no cuentan con bodega propia, como Testuan, también tienen buenos tintos entre su oferta.
¿Sabías que el análisis de los restos de la última prensada de uva de la bodega romana de Vallmora (Teià) determinó que eran de uva tinta? Alella es territorio de blancos, sin duda. Pero también es territorio de tintos. ¡Desde hace dos mil años!