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Bibliotecas con DO: cuando el vino se enamora de las letras

Quizás hay pocos placeres mayores que tomar una copa de tu vino favorito y sumergirte en las páginas de un libro que te espera con todo un mundo por descubrir. Las letras y el vino tienen un largo recorrido juntos. Por eso, las bibliotecas catalanas llevan trece años brindando por la cultura del vino con la campaña Bibliotecas con DO.

“Nosotros participamos desde el inicio y eso nos ha permitido acercar la biblioteca a un público que no siempre viene habitualmente”, explica Isabel Soler, bibliotecaria de la Biblioteca Joan Duch (Juneda). Este proyecto tiene el objetivo de llevar el patrimonio vitivinícola a los municipios del territorio. Lo promueve el Servicio de Bibliotecas del Departamento de Cultura, en colaboración con el Instituto Catalán de la Viña y el Vino (INCAVI).

Arquitectura y patrimonio vinícola

La edición de 2025 pone el foco en la arquitectura del vino, explorando cómo las construcciones vinícolas han evolucionado a lo largo del tiempo y se han convertido en parte del patrimonio cultural. “Cada año adaptamos la temática a nuestro entorno. Por eso, hemos organizado una hora del cuento sobre arquitectura y vino con los talleres Umpalumpa”, dice Soler. La biblioteca de Juneda también ha celebrado una cata con la bodega Tomàs Cusiné, acompañada de música de jóvenes artistas emergentes. Además, cada año desde la biblioteca de Juneda preparan una exposición de libros sobre el vino y un concurso gastronómico con tapas y postres elaboradas con vino para toda la población, premiando la más bien elaborada.

Las Bibliotecas con DO no solo ofrecen una selección de lecturas relacionadas con el vino, sino que se convierten en centros de difusión del conocimiento vinícola a través de rutas literarias, clubes de lectura, horas del cuento y maridajes. En total, 70 bibliotecas de diferentes denominaciones de origen (DO) participan en el programa.

Libros
Imagen de una librería

Un viaje literario por las DO

Este mes de marzo ha sido el turno de la Biblioteca Ferrer i Guàrdia como anfitriona de la DO Alella. Su programación ofrece una mirada transversal a la arquitectura vinícola, desde las tradicionales casas de cuerpo hasta las catedrales del vino modernistas y las innovaciones arquitectónicas actuales. Entre las actividades destacadas está el club de lectura alrededor de La terra del silenci trencat, de Cristina Fornós, una cata narrada en los espacios del vino de Alella y un relato teatralizado sobre el arquitecto de las catedrales de Martinell, autor de las emblemáticas cooperativas agrarias noucentistas.

“Este año nos coincidirá la celebración del proyecto con nuestra famosa feria medieval por Semana Santa”, explica Maria de la Serra Balanyà, bibliotecaria de la Biblioteca Comarcal Josep Conangla i Fontanilles. En abril, la DO Conca de Barberà tomará el relevo, aunque debido al gran volumen de actividades en Montblanc durante este mes, se ha tenido que reformular un poco el programa. “Este año tenemos menos fechas disponibles, pero hemos podido organizar la actividad de cata narrativa Las catedrales de Martinell y un encuentro en los viñedos de Sang, con cata de vinos”.

Un maridaje cultural entre patrimonio vinícola y lectura

Tanto para Duch como para Balanyà, esta campaña es una oportunidad para conectar con el territorio y acercarse a un público más diverso. Además, permite divulgar el patrimonio vitivinícola de una manera atractiva y participativa. Este viaje por la historia arquitectónica del vino evidencia que las bibliotecas continúan siendo un espacio clave para compartir, aprender y vivir este legado.

Ahora es el momento de descubrir cómo la arquitectura vinícola ha evolucionado en paralelo a la producción del vino. Cómo la tradición familiar de hacer vino en casa ha dejado huella en el paisaje urbano, con pequeños bodegas domésticas. Y cómo, hoy, esta evolución se transforma bajo una mirada más sostenible, buscando construcciones reversibles y respetuosas con el medio ambiente.

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