El día de Sant Jordi es un buen momento para beber cualquier vino de Alella. Pero permíteme que me ponga romántico y que, ya que en el rosa es donde se pone el amor, te proponga una selección de vinos rosados para lo que realmente es el día de los enamorados en nuestra casa.
Orígens Rosado (Masia Coll de Canyet)
El vino que motivó que la ciudad de Badalona se incorporara a la Denominación de Origen Alella. Se trata de un claret, un rosado elaborado mezclando uva blanca (pansa blanca) y negra (merlot). Un vino clásico, tradicional, el vino que elaboraban los campesinos en este territorio.
La Prats (Oriol Artigas)
Otro claret, en este caso un vino de un único viñedo que es un viñedo único. Se llama la Prats, está en Vilassar de Dalt y fue plantado en el año 1913 con uvas de una treintena de variedades (y predominio de pansa blanca). Un viñedo que es un patrimonio de valor incalculable y un vino que es historia enológica del Maresme.
GX Rosé (Alta Alella)
Fácil, joven, agradable, para todos los públicos. Garnacha negra y garnacha peluda dentro de una botella cerrada con tapón de rosca que invitan a tomar una copa tras otra sin complicaciones.
Ara i aquí (Vallalta Vinícola)
Ara i aquí t’estimo, cantan los Mishima. Ideal para declarar el amor a la pareja, ¿no? Un merlot elaborado en Sant Cebrià de Vallalta con un color intenso que anuncia la intensidad que también encontraremos en la boca. Un rosado con cuerpo y estructura para acompañar todo tipo de comidas.
So de Masia Can Roda Rosado (Can Roda)
La botella alta, estilizada, y su color a medio camino entre un piel de cebolla y un “rosado de toda la vida” hacen presagiar la elegancia de este vino elaborado en Santa Maria de Martorelles con tres variedades: syrah, merlot y garnacha negra. Complejo y con una buena acidez, no te dejará indiferente.
