El jugador de la NBA James Harden, que actualmente juega con el equipo de Philadelphia 76ers, consiguió vender 10.000 botellas de su vino en solo cinco segundos, un hito espectacular. Gracias a una colaboración con el famoso streamer chino Crazy Brother Yang, Harden consiguió generar 300.000 dólares en ventas a su marca J-Harden en un instante y de una manera inesperada, en una acción de marketing que casi se podría considerar involuntaria.
Una conversación con un steamer chino
Durante una conversación con el streamer, Yang preguntó a Harden sobre su proyecto de vinos, concretamente sobre las ventas. El jugador de la NBA respondió de una manera sencilla, diciendo que «unas cuántas», y el streamer aprovechó la ocasión para proponer un desafío a sus seguidores que lo estaban viendo en aquel momento, para que le echaran una mano. Una acción que podría parecer inocente, pero que, ante casi 15 millones de espectadores, tuvo un efecto increíble e inmediato.
Pasados tan solo cinco segundos, Yang pidió a sus seguidores que dejaran de comprar. Cuando Harden comprobó las cifras, anunció que en solo aquel instante se habían vendido 5.000 ‘packs’ de dos botellas, que valían 60 dólares cada uno. Un resultado espectacular por haber pedido solo un empujón para un proyecto relativamente reciente, que el jugador puso en marcha hace solo un año.
Un ejemplo del gran poder de los ‘streamers’
Su objetivo, afirma, es el «vino de calidad» sea más «accesible, diverso e inclusivo» y hacer partícipe todo el mundo de su «viaje enológico». Es por eso que se unió con J-Shed para comercializar un Cabernet Sauvignon de California, un Red Blend y un Prosecco. Hasta ahora, pero, él mismo afirmaba que las ventas estaban siendo modestas. Gracias a la ayuda de este influencer, pero, su tirada como estrella del deporte lo catapultó al éxito en un momento, en un nuevo ejemplo de como este tipo de comunicaciones pueden tener un éxito enorme.


