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Formación continua: el imperativo de aprender y reciclarse en las aulas

«Nos hace falta formación y sobre todo reciclarnos«. La frase es contundente, pero Daniel Brasé la dice con autoridad y conocimiento de causa en referencia a la formación. Es el gerente de la Federación Intercomarcal de Hostelería, Restauración y Turismo, FIHRT, y habla sin rodeos de la urgencia de enfocarnos hacia la formación continua, una asignatura que considera pendiente y de la cual podrían salir beneficiados no solo los estudiantes, sino también las empresas donde directa o indirectamente se volcaría, a posteriori, todo el conocimiento adquirido o reaprendido.

Daniel Brasé considera básica la formación continua | Foto: cedida

Aun así, no lo ve como una realidad fácil ni ágil. «La gente no tiene claro cuándo se tiene que formar, ¿en horas de trabajo o fuera del horario laboral?», pregunta sin tener la respuesta. «La empresa se queja de que se pierdan horas de productividad si el trabajador tiene que ir a clase en horas de trabajo, pero el trabajador también lo hace si tiene que sacar momentos de ocio para entrar al aula«, reflexiona el gerente. «Hace falta un cambio de mentalidad», insiste, para conseguir que se valore esta necesidad de seguir aprendiendo de manera continuada. «Tenemos que estar al día, el conocimiento nos permitirá mejorar la oferta, y seguro que habrá un retorno positivo para la empresa», sea reputacional o en incremento de ventas, si el que tenemos delante es un negocio que así lo permite.

Edificio Escuela de Enoturisme de Cataluña | Foto: cedida

Cursos 100% subvencionados en la Escuela de Enoturismo de Cataluña

A través del Conforcat, el Consorcio para la Formación Continua de Cataluña, la FIHRT se convirtió en aliada de la Escuela de Enoturismo de Cataluña para impulsar conjuntamente este tipo de formaciones. De hecho, el centro villafranquino cree en ellas desde sus inicios, y año tras año incorpora entre su oferta algunos cursos que van dirigidos a llenar este segmento, algunos de los cuales, son 100% subvencionados.

Daniel Brasé comparte que algunos de los asociados de la Federación han mostrado signos evidentes de mejora, por ejemplo, en el campo de las redes sociales, «porque ahora sus negocios son más visibles» y agradece «las formaciones dinámicas y alentadoras del periodista David Jobé», que imparte los contenidos. Destaca, también, que algunas empresas se hayan apuntado para ser punto de información turística tras superar la formación o que responsables de restaurantes puedan aprender como evitar el derroche alimentario o mejorar la comercialización de sus productos, como temáticas que se despliegan en alguna de las formaciones de la Escuela.

Son cursos que van dirigidos tanto a personas trabajadoras del sector, autónomas, como demandantes de ocupación que se encuentran en paro, y que tienen alto interés por el mundo del vino y la sumillería y quieren adquirir los conocimientos para introducirse profesionalmente o como aficionados. Existen, y así lo detalla el centro, cursos de especialización sobre redes sociales, de información turística, de aprendizaje general de vinos, o de experiencias enoturísticas. Y los imparten varios profesionales especializados en varios puntos del territorio catalán con impacto positivo.

Las formaciones incluyen visitas a bodegas | Foto: Escuela de Enoturismo

Un reto: el impacto en el territorio

Insiste en este factor territorial el director del centro, Gerard Domingo. «Tenemos un reto, y es que la formación que reciben estos profesionales no únicamente revierta directamente en las empresas, sino también en el territorio y las personas que viven, formen o no parte del sector». Y continúa: «Y todo ello, introduciendo el concepto de turismo regenerativo y/o economía del visitante, que es este modelo que permite mejorar las condiciones de vida de las personas que vivimos en estos territorios».

En este sentido, Domingo reflexiona sobre la importancia que «el compromiso de la formación vaya más allá del retorno directo a la empresa«. «Tenemos que cambiar mentalidades, insiste, y hacerlo desde el paradigma de territorio y el modelo de su desarrollo económico y social«. De aquí, justifica, que «emprendemos colaboraciones con entidades como la FIRHT, para poder ir más allá con los profesionales que se forman y que desde la restauración vayan acogiendo este mensaje, se lo hagan suyo, se lo crean y hagan de prescriptores».

Los estudiantes y empresas pueden ampliar o reforzar conocimiento sectorial con visitas y prácticas | Foto: Escuela

Lo cierto es que quedan pocos días para emprender nuevas convocatorias, que este año permitirán reforzar aprendizaje en los siguientes ámbitos:

Conjuntamente con la FIHRT:

  • Presentación de vinos: del camarero a sommelier. En Berga e impartido por la periodista y sommelier Sílvia Culell.
  • Desarrollo de experiencias enoturísticas en Amposta, con Caram Caram.
  • Elaboración de ofertas gastronòmicas, con Ivan Batlle en la Escola de Enoturismo.
  • Aprovechamiento y reciclaje de materia prima, también en Vilafranca, con Lluís Riera y la Mercè Olivella.

La oferta continúa y sectorial que se guía tradicionalmente desde el centro incluye:

  • Sumillería y Maridaje, en la bodega La Vinyeta y con la sumiller Clara Antúnez.
  • Acciones de comercialización en el sector turístico y enoturístico en la bodega Josep Foraster, impartidas por Xavier Fumanal.

Por último, pero no menos importante, el curso de inglés que dirige Andrew Ashurst, de una duración de 90 horas y que forma parte de un certificado de profesionalidad de «venta de productos y servicios turísticos».

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