VadeVi
El Cava aplaude el estudio de costes con matices: «es demasiado optimista»

El precio al cual se paga la uva es y ha sido uno de los debates habituales entre viticultores y viticultoras, empresas y negocios del vino, que se acentúa pocos días antes de empezar una nueva campaña. Estamos en julio, pero no sería extraño que algunas bodegas ya arrancaran pronto la maquinaria de vendimia, porque el clima hace que cada vez se avance más el momento de cosechar el fruto de la uva con el cual elaborarán el vino de la añada.

Sea como fuere, y volviendo a los números, la ley de la cadena alimentaria no puede obligar a pagar precios mínimos, pero sí que desde hace tres años, el Gobierno catalán ha decidido poner negro sobre blanco algunas cifras con la voluntad de servir «de orientación» a la hora de «determinar unos costes de referencia aproximados, teniendo en cuenta la producción de cada explotación», justifica el Gobierno, teniendo en cuenta la producción de cada explotación y los gastos inherentes a las características de cada campaña vitícola. «Esto no tiene ningún valor legal, a pesar de que nuestra ilusión es que pueda llegarlo a tener«, valora para Vadevi el secretario de alimentación, Carmel Mòdol, quien considera que hacer este estudio «puede aportar más dignidad a la actividad«. «Solo así, apunta, mantendremos regiones de vino ocupadas, con gente en el territorio y gente joven que quiera coger el relevo».

Este es el tercer año que se publica un estudio de costes de producción de uva del vino base cava (la tríada tradicional, de macabeo, xarel·lo y parellada), a partir del encargo hecho por INCAVI al Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA), que se ha trabajado de forma conjunta con la Federación de Cooperativas Agrarias de Cataluña (FCAC) y la Asociación de Elaboradores y Empresarios del Cava (AECAVA).

Entre los resultados para la campaña 2024, diferentes datos que llaman la atención, entre las cuales, el hecho que se hayan incorporado nuevos parámetros para «ajustarlo el máximo a la realidad, según sus impulsores. Así, se ha incorporado por primera vez el coste de la mano de obra familiar dando como resultado que el coste para producir un kilo de uva de macabeo es de 0,45 €/kg, 0,46 €/kg por la xarel·lo y 0,50 €/kg para la parellada, con la mano de obra incluida que se sitúa entre el 0,10 y el 0,13 €/kg. Son datos calculados según una producción que se estima un 25% superior a la del año pasado, cifras «optimistas«, dirán voces del sector, donde continúa pesando la afectación (es decir, la bajada de producción) producida por la extrema sequía. Recogemos algunas reacciones a todo ello.

Autoridades presentes a la 12.ª Tabla del Cava | Gobierno

Una revisión al alza, esperada pero insuficiente

Finalizada la presentación del segundo informe de costes, varios colectivos como la Asociación de Viticultores del Penedès o las JARC levantaron la voz para pedir que el estudio incluyera también la mano de obra personal, y en el caso del sindicato, también que se contemplara que en la zona cava muchos viticultores están a aparcería y esto afectaría el resultado de producción, contando que una parte de la producción es por el propietario y la otra por el viticultor. El mismo sindicato había pedido también que se contemplaran los sobrecostes que supone la apuesta por la agricultura ecológica.

El primer punto se ha conseguido, y tanto el sindicato como los viticultores lo celebran: «Desde Revolta Pagesa estamos satisfechos que después de muchas presiones hechas a la administración, se haya tenido en cuenta el salario de la mano de obra familiar», escriben en un documento de valoraciones. Y como no podía ser de otra manera, con este nuevo dato las cifras del estudio de este año han ido al alza, cosa que «ya esperábamos«, en palabras del responsable de la viña y el vino del sindicato Unió de Pagesos, Josep Marrugat. La voz de UP es, pero, crítica con otros aspectos. Por un lado, considera que, como el año pasado, se repite el error de incluir en este estudio el coste de elaboración, «mezclando precio del kilo de uva y el de la elaboración del vino» y haciendo así «un poco confuso» el estudio, y de la otra, considera «masa optimista» que se hable de una estimación de producción superior al 25% respecto al año pasado. «Este dato es desacertado», matiza, y «no lo decimos nosotros, sino que así mismo lo han verbalizado diferentes voces del sector».

No es solo un desacierto con un dato, lamentan desde las JARC, para quienes los resultados «no reflejan la realidad actual«. Y lo justifican diciendo que «el estudio de costes ha quedado lejos en cuanto a rendimientos medios por hectárea, que se han calculado – explican – sobre los 7.500 kg/ha, cuando la realidad se acerca más a los 6.200 kg/ha«, detallan a Vadevi. Quizás será porque «el estudio está basado en datos de 2022, y la realidad de 2024 es otra», reflexionan.

De hecho, lo puntualizan diciendo que «hay muchos viticultores que, a raíz de las lluvias de primavera, están realizando muchos tratamientos para la afectación del mildiu, y esto supone un gasto importante en la agricultura ecológica. Los productos cada año se encarecen». Por eso, relata Berta Manteca, técnica asesora de las JARC, «si se tuvieran en cuenta estos factores llamados, los 0,45 €/kg de media del estudio, variarían al alza».

Precisamente, según apuntan los viticultores de Revolta Pagesa, «nos han comunicado que a finales de año saldrá la diferenciación del coste de producción de la uva eco y el convencional», y esto podría ser una buena noticia, según el colectivo. Aun así, se suman a lamentar que algunas cifras del estudio no acaban de ser ajustadas, como por ejemplo, el coste imputado en el arrendamiento de la tierra, que consideran «irreal«, y «muy inferior a la media». El coste, según RP, se tendría que conseguir multiplicando por el total de hectáreas: «Si lo hubieran contabilizado de la manera que nosotros proponíamos, el coste por hectárea habría sido considerablemente más alto«, espeten.

Josep Marrugat, el primero a la derecha, es responsable de la viña y el vino de UP | Gobierno

Sobre el incremento de producción respecto al año pasado

El gobierno, en la nota informativa del estudio, ya subrayaba que «todavía es muy pronto para tener una previsión de la producción con certeza», y AECAVA refuerza esta teoría, a pesar de entender que los kilos de uva podrían incrementar respecto a la última campaña. «En estos momentos es difícil dar cifras, pero creemos que esta próxima campaña podría ser ligeramente superior a la del 2023″, valoran desde la Asociación de Elaboradores de Cava en una conversación con Vadevi.

Lo que está claro, y en esto coinciden Mòdol y Marrugat, es que si hay más o menos producción, el coste tendría que variar. «A menor producción, el precio tendría que subir», apunta el secretario de alimentación, reflexión que suma a la del responsable de UP, quien entiende que «en un mercado de escasez, los precios tienen que ir por encima del que se supone que es el coste medio». Según datos recogidos por varias fuentes, en la pasada campaña se llegaron a pagar 50 céntimos por uva convencional, sesenta por los ecológicos y unos 90-95 céntimos para uvas de viñas seleccionadas, como pueden ser viñas muy viejas o singulares. En cualquier caso, concluye Josep Marrugat, en los casos de los seleccionados, «considero que no pasar del euro es un error«.

La presentación del estudio se ha hecho este jueves 25 de julio en Vilafranca del Penedès | Gobierno

El sector aplaude el estudio

Como decíamos, este es el tercer estudio consecutivo que se presenta impulsado por el Gobierno, a través de INCAVI, y según palabras del secretario general de alimentación, «el objetivo es continuar haciéndolo, o dejarlo encarrilado porque quien siga lo tenga fácil para continuar». Todo, con una premisa clara: «defender el sector a base de transparencia, buenas prácticas y que se pueda subir la autoestima y la calidad del producto», añade, para evitar que estemos «ante un cultivo de miseria: la gente se tiene que poder ganar la vida con el vino», concluye.

En general, a pesar de los matices, hay coincidencia para valorar positivamente el estudio. AECAVA aplaude «el enfoque sobre los costes por hectárea de viña», porque «estos permiten después calcular el coste del kilo de uva en función de la productividad de cada hectárea, la cual puede variar». Desde las JARC, «valoración positiva de la intención del estudio», a pesar de que «queda camino para afinar más los datos», como el coste de oportunidad de las viñas en propiedad -dirá la AVP-, que se seguirá reclamando «porque se tenga en cuenta de cara el futuro». Coincide UP, quien dirá que «a falta de alguna actualización de los datos para ser del todo preciso», se agradece que se haya hecho el estudio y que se siga haciendo: «esta dinámica de presentarlo cada año es muy positiva«, valora. «Cuando se presenta, podemos aportar y discutir, y además es una herramienta que tiene su utilidad», concluye.

Més notícies
Notícia: El coste del vino base cava es de 70 céntimos de euro
Comparteix
La 12.ª Mesa del Cava presenta el tercer estudio de costes, donde como novedad está la inclusión de la mano de obra familiar y el incremento de la muestra de explotaciones vitícolas participantes
Notícia: Mascort: «El Penedès tendrá un riego único que no vendrá de río ni embalse»
Comparteix
Este miércoles 24 de julio se ha convocado una nueva reunión entre gobierno y sector del vino para avanzar en el proyecto de la comunidad de regantes del territorio penedesenc

Nou comentari

Comparteix

Icona de pantalla completa