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Los 10 mandamientos que debe conocer el buen amante del vermut

Domingo, día del señor para algunos, del vermut para otros. O el de ambas cosas, porque tampoco es necesario excluir a nada ni a nadie. La cosa es que nos hemos levantado inspirados, y hemos querido reescribir los diez mandamientos, de modo que nos marquen pautas para aquellos de nosotros que disfrutamos tomando y compartiendo un vaso de vermut.

  1. Amarás el vermut ante todos los aperitivos.

El vermut es una bebida natural, es un vino aromatizado de hierbas, con sabores amargos y dulzones. Según nos gusten más amargos o dulces, hay un estilo para todo el mundo, desde extra-secos a dulces, blancos, rosados o tintos.

2. No pidas un Martini como genérico.

Escoge el tipo de vermut que te gustaría probar y descubre las diferentes marcas artesanas de vermuts. Reus es la cuna del vermut, y por todas partes de Cataluña beben de esta tradición. Vermuts del Empordà, de la Terra Alta, de Alella, del Bages, del Priorat…

3. Santificarás el vaso.

Evita tomarte el vermut en vaso de tubo. Tampoco hace falta una señora copa… La mejor opción es un vaso con la boca ancha porque un par de cubitos quepan bien, se le pueda añadir un poco de sifón (u otras bebidas) y, sobre todo, para disfrutar de los aromas y dejarse sorprender por los recuerdos.

4. Honrarás el limón y la naranja.

A la fórmula de elaboración del vermut figuran los cítricos y son parte de la esencia del vermut. Por los vermuts blancos, la sintonía con el limón es espectacular. Y con los negros, una cáscara de naranja para darle un toque extra de amargura e intensidad.

5. El vermut se sirve muy frío.

El vermut mejora con la frescura y es más refrescante. Hay que recordar que es una bebida tiene entre 15° y 20° de alcohol, y con un poco de temperatura, su textura será más suave y fluida.

6. Si se quiere añadir hielo, que sea de calidad.

Si lo sirves con cubitos que sean sólidos y gordos. Un cubito débil se aguará rápido y le restará bastante al vermut. Los de gasolinera son una buena opción, grandes y gruesos. El buen cubito es aquel que suena rasgándose, pero sin romperse cuando se le añade el vermut.

7. No mejora con el tiempo.

Todos los vermuts embotellados están hechos para consumirse cuando se encuentran al mercado. Aunque pasen años, no aumenta su calidad como el buen vino. Al contrario, pierden intensidad.

8.No tires el vermut cuando sobrio de la botella.

Al contrario que el vino, el vermut se conserva bien un golpe abierto si se tapa y se conserva a la nevera. Te durará meses.

9. No dirás mentiras ni falsedades sobre el origen vermut.

El vermut no es un vino que ha sobrado de una añada vieja o un vino picado. Es un producto de calidad, que se elabora con un proceso específico y con unos ingredientes naturales y exclusivos. Hacer un buen vermut es un oficio que necesita conocimientos de enología, botánica y espirituosos.

10. Nunca digas no a un vermut.

Aunque no te lo bebas, es una de las tradiciones sociales más arraigadas de casa nuestra. Motivo de reunión con los amigos, la familia y la buena mesa. Acompañado de patatas chips, olivas, anchoas…

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