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Barcelona se convierte en el epicentro del vino: «Será un gran éxito»

El sector vitivinícola catalán es todo un referente en todo el mundo. Siendo España uno de los tres países que más vino elabora y exporta, Cataluña es responsable de un tercio de toda esa producción. Por ello, Barcelona lleva cinco años siendo la capital del vino donde durante tres días se desarrolla la Barcelona Wine Week, un evento para profesionales del sector nacional y extranjero que buscan conocer nuevas rutas de mercado, estar al día de las tendencias del momento y disfrutar de los protagonistas de la feria: los vinos. Después de cuatro años batiendo récords, la organización de la BWW augura un muy buen resultado para la edición de este año. El presidente del congreso, Javier Pagés, confirmaba que «anticipaban que será un gran éxito», durante la rueda de prensa de presentación del evento. Más grande que nunca, con la apertura de un segundo pabellón del recinto ferial de Montjuïc de Fira de Barcelona, la Barcelona Wine Week quiere ser el polo de atracción de la inversión extranjera, pero también la puerta de entrada al sector vitivinícola español. Un escaparate que, a pesar de remarcar la importancia de la marca española, sigue atrayendo más público debido a la marca catalana.

Las 12 Denominaciones de Origen de Cataluña -DO Alella, DO Cava, DO Conca del Barberà, DO Costers del Segre, DO Montsant, DO Penedès, DO Pla del Bages, DO Tarragona, DO Terra Alta, DO Priorat, DO Empordà, DO Catalunya- ya han confirmado su asistencia al evento, en el cual realizarán actividades para dar a conocer sus bodegas y productos. Además, también habrá unos setenta DO de todo el mundo, pero sobre todo de España. En este sentido, la feria espera ser el lugar de reunión perfecto para empresarios y profesionales y la atracción hará que grandes marcas de distribución e inversión extranjeras paseen por los pabellones de la Fira de Barcelona en busca de nuevas bebidas que marquen tendencia. En total, más de 770 compradores internacionales han sido invitados a participar en la feria y, por consiguiente, las bodegas presentes tendrán más posibilidades de realizar acuerdos internacionales. Además, alrededor de un millar de compradores nacionales también se pasearán por los dos pabellones de la BWW con las mismas aspiraciones que los extranjeros: ampliar su cartera de clientes.

Javier Pagés, presidente de la Barcelona Wine Week / Cedida
Javier Pagés, presidente de la Barcelona Wine Week y de la DO cava / Cedida

Gracias a las nuevas ponencias, los expertos y todas las actividades, esta Barcelona Wine Week está destinada a ser «la que dé el salto», reconocía la directora de la feria, Céline Pérez. De esta manera, la integración de un nuevo pabellón demuestra el crecimiento exponencial que tiene el evento del vino y el aumento de inversores extranjeros interesados en pasar tres días en Barcelona hablando de vino respalda aún más la decisión de mantenerlo en Barcelona: «Es un destino que atrae a un gran público», concretaba Pérez durante la presentación de la feria. Por eso, esperan que este año haya alrededor de 24,000 asistentes a la feria, que se repartirán entre los 10,000 metros cuadrados divididos en dos pabellones independientes. Todo bajo la premisa de la indiscutible lucha por convertirse en referencia internacional, sin perder de vista, sin embargo, la diversidad de todos los territorios invitados y con una inversión de 600,000 euros en invitar a compradores de todo el mundo.

El argumento de la «cultura española»

Aunque Barcelona haya sido la ciudad elegida durante cinco años consecutivos, la organización de la Barcelona Wine Week busca un frente común y unitario. De esta manera, las diferentes actividades quieren llevar a los asistentes por un viaje por la cultura española, ya que según la BWW, el vino no está arreglado a las maneras de hacer del Estado. Tanto es así, que comparan la experiencia vitivinícola francesa o italiana, donde se vende la vida en estos países a través del vino, pero todo va ligado. La realidad española es más fragmentada y parece que la organización busca tejer nuevas alianzas para ir todos a una. No obstante, la marca catalana habla por sí sola y su participación en la Barcelona Wine Week es clave para dar a conocer la calidad de los productos vitivinícolas que hacen los catalanes.

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