VadeVi
Al mercado los primeros vinos con huella social del proyecto Coop-era

La realidad en el campo es comprometida, y es tema de conversación habitual, las dificultades que existen para encontrar relevo en el campo o el abandono de algunas fincas que no encuentran nadie que las pueda y quiera trabajar. Coop-era nació precisamente en 2019 para dar solución a esta problemática, aportando un componente social muy importante: como miembros de Actúa, cooperativa de iniciativa social que trabaja principalmente con niños y adolescentes vulnerables y en riesgo de exclusión, forman y dan oportunidades laborales en el campo a jóvenes que salen de centros de menores o pisos tutelados para que se hagan cargo de aquellas fincas o terruños que lo necesitan.

Christian Buono, uno de los coordinadores del proyecto junto con Adrià Ramon, explica a Vadevi que trabajan unas 12,5 hectáreas entre viña, huerta, olivo y melocotones de Ordal dentro de la veguería del Penedès y que su objetivo es poder ser autosuficientes en su gestión. De hecho, anuncia que los actuales excedentes de producción, refiriéndose a los productos de huerta, el aceite o los melocotones, los venden a mercados o a tiendas de proximidad, y que, de la mano de la Fundación Espigoladors, elaboran y comercializan cremas de verduras naturales y confituras. Ahora, la novedad es embotellar el fruto que obtienen de las viñas y hacer sus propios vinos.

Un render de los cuatro vinos con las etiquetas

Cuatro vinos hechos con las variedades tradicionales del Penedès

Este miércoles 10 de abril se presentaban en el Vinseum de Vilafranca las cuatro nuevas referencias con las cuales se estrenan al mercado vinícola. De mínima intervención, con variedades locales (macabeo, xarel·lo y parellada) y hechos con los racimos de viñas viejas y propias del proyecto, cosechadas de parcelas que se encuentran entre los municipios de Subirats y Vilafranca del Penedès por los viticultores y enólogos locales Ivà Gallego, Joan Rubió i Àngels Margalef (Cal Tiques), Maria Barrena i Josep Tort (Entrevinyes), Anna Galofrè y Raimon Badell (Valldolina).

Las etiquetas de la colección, creadas por el ilustrador local Lluís Masachs, en colaboración con el estudio creativo Ladydissenyadora, se diferencian por el color del fondo, pero en todas aparecen personas que se dan la mano, explican, para «visibilizar el concepto de cooperación y ayuda en la hora de lograr grandes retos».

Buono explica que han hecho tiradas cortas, de un millar de botellas de cada producto, y que quieren hacer una venta de proximidad, llevando los vinos a tiendas, restaurantes, mercado o ferias del territorio. Los interesados al obtener una botella, que estén atentos a partir del 19 de abril que, de entrada, encontrarán a Vinseum y Celler Penedès, de Vilafranca del Penedès, y en el Celler Nulles de Barcelona.

«Falta de mano de obra, pero cuesta insertar personas vulnerables»

Esta decisión de iniciarse con los vinos se suma al objetivo de captar fondo para mantener el proyecto activo, para cerrar el círculo y poder hacer una economía circular, social y solidaria. Además, y ante una situación especialmente difícil para el sector del campesinado y la viticultura agraviado por la sequía, quieren contribuir, dirá Christian Buono, a «reivindicar un trabajo y unos precios dignos» por la uva y por quien se dedica a cuidar el paisaje. «Es inviable sobrevivir si el kilo de la uva se paga a 35 céntimos», lamenta.

Una queja a la cual también suma la complicación a la cual se afrontan en la hora de insertar personas vulnerables en el mundo laboral. «Falta mano de obra, hay necesidad de relevo en el campo, pero no es fácil que estos colectivos puedan encontrar un puesto de trabajo», comparte. En este momento, explica, están trabajando de manera fija con tres personas, dos de Gambia y una del Senegal.

200 personas desde 2019

Coop-era nació el 2019 en el marco de un proyecto financiado por la Dirección General de Economía Social, el Tercer Sector y las Cooperativas del departamento de Empresa y Trabajo de la Generalitat de Cataluña. Desde su creación y hasta el día de hoy han pasado por el proyecto una quincena de personas con contratos de larga duración y unas dos cientas más con contratos de duración determinada según picos de demanda, especialmente durante la época de vendimia, poda y por el Mercado del Melocotón de Ordal. Más allá del acompañamiento en la inserción de los jóvenes, también ofrecen otros servicios agrarios para apoyar a pequeños proyectos del Penedès.

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