Las Navidades son días de fiesta; y las burbujas del vino espumoso dan una imagen de movimiento y alegría que nos traslada a la celebración. Lleida también es tierra de vinos con burbujas; y por las diferentes subzonas de la Denominación de Origen Costers del Segre podemos descubrir y disfrutar de grandes vinos espumosos de larga crianza.

Es de justicia iniciar las recomendaciones de los vinos espumosos leridanos con el Siós Brut Rosé 2021 de Costers del Sió un vino que ha estado ganador de la Medalla de Oro en la categoría de espumosos en los premios DO Costers del Segre 2023. Un rosado de segunda fermentación en botella y más de dieciocho meses de guarda; elaborado por Maria Mendoza con uva pinot noir de la parcela del Plan del Molino de esta bodega de la familia Porcioles Buixó de Balaguer, en la Noguera, en la subzona Artesa. De color rosado salmonado y espuma cremosa; la fermentación en tonel de roble de parte del vino base de este monovarietal le confiere una alta complejidad.

Este vino tiene un hermano que se llama Siós Brut Blanc de Noirs y que además de pinot noir, en la actualidad incorpora una parte de chardonnay a su cupaje. Una parte del vino baso también fermenta en madera; y su crianza en botella es superior a los veinticuatro meses.

Seguimos el descubrimiento de vinos con burbuja por tierras leridanas y llegamos a la bodega L’Olivera de Vallbona de las Monges, en el Urgell, dentro de la subzona Valls del Riu Corb de la DO Coster del Segre. Una bodega que desde hace muchos años está especializado en vinos blancos tranquilos y espumosos de la mano de la enóloga Clara Griera. L’Olivera Reserva Superior 2019 ha estado medalla de plata en el concurso de este año y es toda una declaración de intenciones del que puede llegar a ser un vino monovarietal de macabeo; también con segunda fermentación en botella.

Un espumoso rico en crema, frutos secos y terciarias tostaciones, seguramente a causa de la crianza de su vino base en toneles de roble durante tres meses antes de la tirada y su posterior crianza sobre madres durante un mínimo de 24 meses. La bodega de Vallbona de les Monges también elabora L‘Olivera Reserva. Nace fruto del cupaje de macabeo y parellada; más fresco que su hermano mayor; pero con una crianza en botella no inferior a los quince meses.

Sin salir de la subzona Valls del Riu Corb, en Nalec, encontramos la bodega Analec de la familia Figuerola Mulet con media docena de espumosos de gran calidad. El Sort de Abril Brut Nature Reserva 2018, también cupada de macabeo y parellada, ha sido galardonado con medalla de bronce a los premios DO Costers del Segre 2023. Se trata de un vino fresco con una crianza mínima en botella de 24 meses; pero que puede ser muy superior si tenemos en cuenta que en esta bodega, el degüello se hace durante la campaña a medida que el vino se va comercializando.

De entre el resto de productos con burbujas de la casa que elabora Xavier Figuerola, también destacamos para estas fiestas lo Gualech Reserva Especial, ganador de medalla de oro en la edición 2022 de los premios DO Costers del Segre. Un vino fruto de la cupada de las variedades macabeo, parellada y una pequeña parte de chardonnay con crianza en tonel. Una vez en botella, hace la segunda fermentación y reposa con sus madres un mínimo de treinta y seis meses. El degüello se hace a mano y la botella se rellena con el mismo vino sin añadir azúcar adicional.

El enólogo Raul Bobet de Castell de Encús de Talarn, en el Pallars Jussà, subzona Pallars, tampoco ha renunciado a hacer esumoso en montaña dentro de la Denominación de Origen y hace unos años se decidió por vinificar un vino blanco con una cupada al 50 % de las variedades sauvignon blanco y semillon.
El vino base de las 3.200 botellas de Taika 2016, actualmente al mercado, se vinifica hasta dejar una pequeña parte de azúcar residual, para facilitar la segunda fermentación en botella sin jefe otro azúcar añadido. El Taika tiene una crianza en botella mínima de 60 meses antes de salir de la bodega.