Renny y Leon Ramakers son los propietarios de una de las promotoras de conciertos más importantes de los Países Bajos. Hace cinco o seis años decidieron bajar el ritmo de trabajo y se establecieron en Tiana, en el Maresme. Inquietos por naturaleza, descubrieron la finca Can Fàbregas (con bosque, viñedo abandonado y una masía casi en ruinas) y decidieron comprarla y pensar en un futuro para ella: recuperar el viñedo, hacer una bodega para elaborar vino, convertir la casa en un alojamiento rural y abrir un restaurante. Mientras este futuro se acerca, han cambiado el nombre de la casa (Can Reon –de Renny y Leon–) y no paran de organizar actividades culturales de calidad, como el Can Reon Festival, que combina música, arte y gastronomía.
Una de las primeras cosas que hicieron fue recuperar el viñedo abandonado y plantar uno nuevo (de variedades autóctonas). Esta tarea la realizaron con Quim Batlle, presidente de la DO Alella, quien elaboró en su bodega la primera añada de los vinos de Can Reon, un tinto de garnacha y sumoll y un blanco de pansa blanca y garnacha blanca.
Recientemente han anunciado que, mientras llega el momento de construir la bodega en la finca de Can Reon, han llegado a un acuerdo con los propietarios de la antigua cava de Parxet (cava histórica que hace más de cien años se empezó a elaborar en Tiana) y han montado una nueva bodega que ya está inscrita en la DO Alella y que, cuando llegue el momento, trasladarán a Can Reon.
Por ahora, ya está todo listo para que la añada 2025 de los vinos de sus viñedos se elabore en Tiana y salga al mercado con el sello de la DO Alella. Can Reon será la octava bodega de esta denominación de origen (junto con Alta Alella, Bouquet d’Alella, Can Roda, Can Matons, Celler Marfil, Quim Batlle y Roura).



