El mundo sabe qué es el cava, pero al producto y al sector le queda camino a recorrer para conseguir que el consumidor conozca a fondo su origen, tradición y calidad. Así se desprende de la conversación mantenida entre varios periodistas especializados en vino del ámbito internacional que, desde el

La mesa redonda se celebró, como decíamos, en el marco del
Las respuestas, en general, contundentes. La crisis económica de 2008, la pandemia…, han estado puntos de inflexión en términos de hábitos de consumo de vino, valoraba el norteamericano Doug Frost. «Cambios masivos -también- en cuanto a la percepción de espumosos«, añadía Jamie Goodie, columnista del diario británico
«Porque si somos honestos, apuntaba Frost, el espumoso español tiene más presencia en tiendas de víveres y se paga por unas 10 libras al mercado británico -a diferencia de los champanes, por los cuales se paga de media unas 30-, añadía la MW Sarah Jane Evans. A los restaurantes o en tiendas especializadas, explicaba Frost, predomina el

Exportar más producto y más relato
Los periodistas de la mesa quisieron incidir también en todos los cambios que está viviendo el sector de las burbujas. «Está en un momento dulce«, decía la periodista Sarah Jane Evans MW, de aquí que recomendara incidir más en el relato, en la zonificación -«una decisión sabia que permite llegar a diferentes segmentos de mercado», sumaba Jamie Goode-, en las altas gamas y las largas crianzas. «Habláis más de los Cavas de Paraje, de los cavas de guarda y guarda superior», recomendaba. «Es fantástico tener diversidad, pero se debe encontrar la manera de explotar el mensaje», añadía.
Un mensaje que es real y que diferencia el cava por encima de otros vinos espumosos. La periodista Amaya Cervera (Spanish Wine Lover y reciente premio a Mejor Comunicación Gastronómica 2023) decía que «hay una bonita historia detrás de cada botella de cava», como se hace, quién son los elaboradores…, y enfatizaba la singularidad -y factor único- de las variedades con que se elabora, del xarel·lo, el macabeo y la parellada. Más allá del relato, también compartía un dato que recomendaba revisar y repensar: «Las altas gamas de cava no están al mercado de exportación, la mayor parte de las botellas de más largas crianzas solo se venden al mercado local». «Hace falta exportar más Cavas de Paraje, Guardas Superiores y los que embotellan los Elaboradores Integrales».

Durante la mesa se recomendó también entrar más en las mesas de la restauración, como una eficiente manera de llegar al consumidor final ayudándose del sumiller, y también emergió el gran debate sobre como llegar al público joven. «Muchos jóvenes no tienen ningún interés por aquello que bebemos los