Reivindican el origen y lo
La colección Titiana agrupa lo Pansa Blanca 2016, un rosado de Pinot Noir que sale con la añada 2018 y un Vino de Guarda que se estrena con 2013 y que nace de una cupada entre las variedades chardonnay y pinot noir. «Queremos explicar los vinos reforzando el lugar de donde nacen», resaltaba Ricard Rofes, responsable de Can Matons. Y de aquí que hayan escogido poner el sello de la entidad del territorio. «Basura escumós porque la mejor manera de expresar estas viñas es con burbujas«, añadía Xevi Carbonell, enólogo del proyecto. Por eso, sumado al valor del origen, insisten también en la definición de esta gama como de «vinos con burbujas«, una continuación, por lo tanto, del que sería su colección de vinos tranquilos.
Durante la presentación también se apuntó que estos vinos llevarán el sello que los certifica como ecológicos la próxima vendimia, decisión que aplaudió el presidente de la DO, Quim Batlle, también presente al acto, insistiendo que pronto podrán convertirse en una entidad 100% ecológica. Alcalde también agradeció la apuesta de Can Matons porque «nos permite ofrecer una visión más amplia y tener más presencia y bastante» al mercado vitivinícola.
Los vinos
Titiana de Can Matons Pansa Blanca 2016: espumoso 100% pansa blanca plantada en el pueblo de St. Fost de Campsentelles en una viña de sauló. Después de una vendimia manual, se prensa y fermenta en botas de roble francés y una pequeña parte en depósitos de acero inoxidable y envejece durante 40 meses. Se elaboran entre manantial y quince mil botellas y salen al mercado por un precio de 20,95 euros.
Titiana de Can Matons Pinot Noir 2018: espumoso 100% pinot noir de una viña plantada hace más de 20 años entre Alella y Tiana, de suelo franco-arenoso con mezcla de sauló y arcilla. Sale al mercado después de un envejecimiento de 24 meses. También se hacen entre 10.000 y 15.000 botellas y se puede comprar por 20,95 euros.
Titiana de Can Matons Vino de Guarda 2013 es el resultado de una selección de las variedades chardonnay (64%) y pinot noir (36%) plantadas en el pueblo de Alella y con una larga crianza. A la viña de chardonnay predomina el sauló más crudo y el pinot crece en una parcela con presencia de arcilla roja. Se elaboran entre 4.000 y 6.000 botellas y está al mercado por 25,95 euros.
Can Matons, desde 2021
El proyecto de Can Matons nació en 2021, heredero del emblemático Marqués de Alella, y toma por nombre el de la masía del siglo XVIII que se erige entre las viñas de Santa Maria de Martorelles, en el Vallès Oriental. La presentación se formalizó con el lanzamiento de cinco vinos con un denominador común, que es la variedad autóctona de la zona, la pansa blanca, y la singularidad de las viñas, todas ellas históricas y, en algunos casos, plantadas antes de la fil·loxera.
