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El coste de ser mujer en el sector vitivinícola: mitos, invisibilización y sesgos

La lucha por la visibilización de las mujeres en el mundo del vino no es el único conflicto que enfrenta el feminismo en este sector. Más allá de la constante invisibilización de su trabajo, las mujeres continúan sufriendo una serie de desigualdades que las posicionan en una situación de vulnerabilidad mayor que la de sus compañeros hombres. La brecha salarial se combina con una falta de opciones de conciliación que dificulta sus carreras profesionales. Además, los comportamientos machistas, que se manifiestan en actitudes sutiles e incluso abiertas, continúan siendo una realidad cotidiana que las mujeres deben soportar, ya sea dentro de las bodegas, en el ámbito de la comunicación y divulgación del vino, o en el campo mismo. En definitiva, la figura de la mujer sigue siendo considerada una ciudadana de segunda clase en este mundo tan profundamente arraigado a la tradición y a la tierra, donde su talento y esfuerzo, a pesar de ser evidentes, a menudo se ven ahogados por un sistema que perpetúa la desigualdad. Y así, a pesar de los avances, su lucha por conseguir la equidad sigue siendo tan necesaria como hace décadas.

3 de cada 5 mujeres del sector del vino considera que hay situaciones de desigualdad en su ámbito profesional diario y un 90% ha presenciado o sufrido comportamientos machistas. Esta es la principal conclusión del estudio Mujeres del Vino 2024, elaborado por el Instituto Más Mujeres y la divulgadora y experta en vinos, Meritxell Falgueras, con la colaboración de la DO Catalunya. En este sentido, el informe pone al alcance de todos las cifras más conflictivas del campo, que ponen sobre la mesa los sesgos de género que aún existen en el sector. Así, Falgueras y Laia Arcones, también impulsora del proyecto, hacen referencia a la distancia que hay entre las mujeres y los hombres, pero también el menosprecio que reciben las voces femeninas del sector, que por el simple hecho de serlo, ya son menos escuchadas. «Siempre hablamos de lo que pasa, pero hasta ahora no habíamos puesto cifras», describe a Vadevi Falgueras, quien añade que «han puesto datos a las emociones que todas sentimos».

La conciliación y la carrera profesionales son los dos aspectos peor valorados por las mujeres de la muestra del informe. En concreto, 2 de cada 5 mujeres considera que el hecho de ser mujer ha sido un freno profesional en su sector. Sea por la falta de oportunidades que se le han brindado o los obstáculos que han sufrido al intentar conseguir una promoción, buena parte de las encuestadas asegura haber sufrido algún tipo de discriminación en el trabajo por el simple hecho de ser mujer. “Por ser mujer y madre, se limitaron mis posibilidades de promoción y se ha estancado mi carrera”, explica una voz anónima en las conclusiones del estudio. “En algunas ocasiones cuando piden hablar con el sommelier y me acerco a la mesa se sorprenden porque soy mujer”, expresa otra mujer del sector. Como estos, hay decenas de comentarios más que reconocen la perpetuidad de un sesgo que no se ve a simple vista, pero es muy evidente dentro del sector. De hecho, el 65% de las encuestadas reconoce que no está contenta con el tratamiento de la desigualdad en el mundo del vino.

El sesgo es perceptible en prácticamente cualquier lugar de la escala laboral del sector vitivinícola. De hecho, la muestra del estudio es bastante representativa de lo que es el mundo del vino. Actualmente, unas 400,000 personas trabajan en este sector y alrededor del 40% son mujeres, de diferentes edades y en diferentes posiciones, «aunque en los puestos de poder todavía son una minoría», destaca la divulgadora y experta en vinos. De esta manera, es evidente que es un sector con mucha paridad, pero esta no se ve reflejada en las direcciones de las empresas ni en los espacios de divulgación, experticia y comunicación del sector. En otras palabras, hay muchas mujeres, pero pocas tienen un papel protagonista: «Muchos hombres aseguran tener muchas mujeres en la bodega, pero pocas pueden salir», lamenta Falgueras.

Meritxell Falgueras y Laia Arcones, impulsoras y coordinadoras del estudio 'Mujeres del Vino 2024' / Nonna Arruga
Meritxell Falgueras y Laia Arcones, impulsoras y coordinadoras del estudio ‘Mujeres del Vino 2024’ / Nonna Arruga

Muchos congresos y pocas mujeres

Aunque el sector muestra una presencia femenina cada vez más notable en todos los ámbitos, todavía hay datos alarmantes que expresan desigualdad. El ejemplo más claro de esta invisibilización es la participación femenina en congresos. Un 74% de las encuestadas confirma haber asistido a eventos donde la representación de mujeres era prácticamente inexistente. «A veces ya no se utilizan las mujeres ni para postu«, ironiza Falgueras, haciendo referencia al hecho de que muchas bodegas u organizadores de eventos no tienen la intención de tomar a mujeres expertas, ni siquiera para hacer ver que existe una visión femenina. «También hay aquellos que afirman que no encuentran voces de mujeres del sector», explica la divulgadora y experta en el mundo vitivinícola, quien niega rotundamente que esta pueda ser una excusa válida, ya que hay muchas asociaciones que promocionan voces femeninas expertas en cualquiera de los ámbitos del sector del vino.

El informe, además de poner sobre la mesa la realidad desigual del sector, también permite identificar algunos de los mitos de género relacionados con el trabajo físico en el viñedo, la capacitación de elegir una referencia enológica o asociar unos vinos determinados a las mujeres. Las encuestadas reconocen una serie de frases que han escuchado en diversos momentos de su vida y que son completamente falsas. Las mujeres prefieren vinos dulces sobre los secos; Las mujeres eligen el vino por la etiqueta y no por la calidad; Las mujeres no pueden manejar bodegas o viñedos porque es un trabajo demasiado duro; Las mujeres no entienden tanto de vino como los hombres; o incluso La menstruación influye en la vendimia son algunas de las falacias que las voces femeninas del sector han tenido que escuchar alguna vez en su vida. Según Laia Arcones, fundadora del instituto Más Mujeres, “la situación en el sector del vino no es muy diferente a la de otros ámbitos históricamente masculinizados. A pesar de los avances, continúan existiendo barreras de género que dificultan el acceso al liderazgo y al reconocimiento profesional por parte de las mujeres. Es hora de pasar a la acción y construir un sector del vino más justo, inclusivo e igualitario.” 

Proyectos vitivinícolas liderados por mujeres 

El panorama no es especialmente atractivo para las mujeres que quieran dedicarse a la viticultura, pero el estudio también se encarga de hacer una mención de honor a todas aquellas voces femeninas que son un referente y continúan luchando por tener el mismo espacio que los hombres, porque se lo merecen. En este sentido, destacan proyectos como los de las bodegas Mas de la Pansa, liderado por Imma Soler, Pla de Morei, con Mercè Sangüesa al frente, y Sant Josep Vins, con Amparo Amaro. Estos son solo algunos de los ejemplos de mujeres que lideran el panorama vitivinícola a la vez que luchan por una igualdad que parece no llegar nunca. Falgueras recuerda el papel que juegan las voces femeninas en el sector y reconoce las desigualdades, pero también confía en que cada vez habrá menos sesgos: «Poco a poco la gente está evolucionando«, concluye la experta.

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