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Un nuevo estudio recomienda el precio mínimo de la uva para elaborar cava

El precio al cual se tendría que pagar la uva para hacer cava se ha revisado coincidiendo con la nueva campaña que ya se aproxima. Si bien el año pasado se pedía al sector que el precio no fuera inferior a los 40 céntimos el kilo -cifra que según estudios cubría los costes-, ahora se apunta que esta próxima vendimia la cantidad en ningún caso tendría que estar por debajo los 44 céntimos de euro.

Así concluye el nuevo estudio de costes de producción de uva y de elaboración del vino base cava correspondientes a la campaña 2023, encargado por la Generalitat, la Federación de Cooperativas Agrarias (FCAC) y el Centro de Investigación en Economía y Desarrollo Agroalimentario (CREDA), y que se presentó este martes 18 de julio en Vilafranca del Penedès en el marco de la novena Tabla de cogestión del Cava. Al encuentro, estaban el consejero de Acción Climática, otras autoridades competentes del departamento y diferentes representantes del sector cavista.

Participantes en la 9.ª Tabla de cogestión del cava | Foto: Gencat

Estimación de costes por este 2023

El estudio determina costes de producción de las tres variedades mayoritarias en la elaboración del vino base cava (xarel·lo, parellada y macabeo), unos datos que sirven de orientación para determinar unos costes de referencia aproximados teniendo en cuenta la producción de cada explotación y los gastos inherentes a las características de cada campaña vitícola.

¿Cómo se calcula? A partir del coste mediano anual por hectárea del periodo 2016-2021, se actualiza a 2022 a partir de los Índices de Precios y Salarios Pagados disponibles para el año 2022; y estos costes medianos en valor 2022 se actualizan a 2023 con la variación interanual del IPC en Cataluña, situado en un 3,9%. En este contexto, el coste por hectárea ha aumentado un 26% en 2023 respecto de la media 2016-2021 debido sobre todo al incremento de los precios de la energía, los combustibles y los productos fertilizantes.

Sea como fuere y teniendo presente la incertidumbre de la vendimia de este año, el estudio estima un coste de producción en 0,47 €/kg, 0,44 €/kg y 0,50 €/kg para las variedades macabeo, xarel·lo y parellada, respectivamente. Cuando añadimos a estas cifras el coste de elaboración, que se ha establecido en 0,17 €/kg, el coste hipotético total por kg se sitúa en 0,64 €, 0,62 € y 0,67 €, respectivamente, para cada variedad descrita anteriormente.

Para acabar, este año 2023, una vez se convierten las cifras a €/litro, por la cual se contabiliza que por 100 kg de uva resultan 66 litros de vino, la estimación de coste para el macabeo es de 0,96 €, y esto supone un incremento de 0,10 céntimos respecto al 2022. En las variedades xarel·lo y parellada, la subida se sitúa en 0,06 céntimos.

Un buen ejemplo de cogovernança y cogestión

El consejero de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural, David Mascort, apuntaba esta Mesa como un «buen ejemplo» en el trabajo por la cogovernanza y la cogestión del país. «No hay mejor manera de trabajar que hacerlo junto al sector primario y poder tomar decisiones de manera colectiva«, compartía antes de entrar a la reunión. Y en el caso concreto del encuentro, remarcaba el hecho que «ha habido un antes y uno después de la publicación del primer estudio», puesto que «tenemos las herramientas» para dar seguimiento y pedir cumplimientos.

Mascort confirmaba que existieron algunas sanciones, a pesar de que no ha querido compartir más detalles al respeto. En lo que sí que ha insistido es en el valor de la transparencia. «Tenemos que hacer un esfuerzo al poner luz al sector, como más transparencia, más equidad y mejor irá para todos los eslabones de la cadena», añadía.

Unidad específica del control del vino y mejoras en la e-RVC

La presentación del estudio ha sido uno de los puntos del orden del día, pero también se ha puesto sobre la mesa otras problemáticas que afectan actualmente el sector vitivinícola, como es el tema de los controles e inspecciones y la situación de sequía que sufre el país, centrados especialmente en el sector de la viña y el vino. Acompañando al consejero, también estaban el secretario de Alimentación, Carmel Mòdol; la directora de la INCAVI, Alba Balcells; la directora general de Agricultura y Ganadería, Elisenda Guillaumes; y el director general de Empresas Agroalimentarias, Joan Gòdia.

Precisamente el secretario de Alimentación ha dado detalles al sector sobre la creación de una unidad específica de inspectores que tendrá como función el cumplimiento de la normativa del sector vitivinícola. Los controles previstos incluirán actuaciones conjuntas con los Mossos de Esquadra para parar y revisar los movimientos de entrada de productos vinícolas en camiones cuba. Por otro lado, también se han presentado las novedades del nuevo e-Registro Vitivinícola de Cataluña, que, entre otros, explicaban, incorporará el uso de las TIC para garantizar la trazabilidad de la uva a la bodega; los libradores de cosecha recibirán un mensaje de texto (SMS) a su teléfono móvil cuando la bodega dé de alta, modifique o dé de baja una pelmaza; el saldo se calculará por parcela vitícola, y cualquier cambio en las parcelas implicará un nuevo cálculo de saldo; la entrada de uva a la bodega será por parcela vitícola, y se podrán agrupar un máximo de cuatro parcelas por pelmaza.

La Tabla de cogestión del cava es un foro de concertación sectorial, creado en 2019, que tiene como objetivo avanzar en la mejora de la sostenibilidad del sector y garantizar la competitividad de todos los agentes implicados a su cadena de valor. Desde entonces, los encuentros tienen lugar antes y después de la vendimia.

Desacuerdo de UP, que apunta a los 0,60 €

El sindicato Unió de Pagesos ha mostrado su desacuerdo con las cifras porque entiende que para que un viticultor pueda vivir de su trabajo hace falta que le paguen el kilo de uva por encima de los 0,60 €. «Teniendo en cuenta que uno de los objetivos importantes del estudio es que sirva de referencia a las empresas que compran uva en la hora de establecer el precio, el sindicato insta el Departamento a velar porque, a diferencia del que pasa ahora, los gastos de mano de obra familiar se incluyan en el cómputo de los costes de producción«, comparten en un comunicado. Además, apuntan que «si se tuviera en cuenta el coste de producción subiría entre 8 y 12 céntimos por kilo de uva, llegando a un precio de unos 0,60 €, cifra a la cual todavía habría que sumar el margen de beneficio necesario para garantizar la viabilidad de cada empresa agraria».

UP también se ha mostrado «en desacuerdo» con los rendimientos de producción de uva por hectárea que prevé el estudio, que sitúa entre el 5.414 y los 6.768 kg/ha según la variedad. El sindicato considera que estos valores están muy alejados de la realidad de la producción actual de las viñas catalanas que, sobre todo a causa de la sequía, pueden ser hasta menos de la mitad de las previstas. «Todo ello, justifican, situará el sector en una situación crítica, teniendo en cuenta que un viticultor necesita unos rendimientos del alrededor de los 5.000 €/ ha para garantizar la viabilidad de la explotación».

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