El ministerio francés de Agricultura ha dictaminado la desaparición de la marca «Sur de Francia» de las etiquetas de los vinos de las bodegas de la Cataluña Norte y Occitania. Una decisión firme a pesar de que, como informa
El final de una marca con 16 años de éxitos
La nueva normativa se anunció hace poco más de un año en una reunión de la región vitícola Languedoc-Rosselló y, por lo tanto, las bodegas de la zona tienen que atacarla sí o sí. Así, el prefecto de la región decidió acabar con una marca de éxito que hace 16 años que se puso en funcionamiento, argumentando que «el estado actual del reglamento de protección de las indicaciones geográficas del sector vitivinícola no permite que el nombre ‘Sur de Francia’ aparezca a las etiquetas de los vinos».
Los productores y la presidenta de la región, en contra
A nivel práctico, esto hará que se tenga que retirar esta expresión de decenas de miles de botellas de las denominaciones de origen controladas y las indicaciones geográficas protegidas del Languedoc-Rosselló, a pesar de que las bodegas y varios colectivos profesionales se han posicionado en contra, como también lo ha hecho la presidenta de la región, Carole Delga. Es el caso del Comité Interprofesional de los Vinos del Rosselló (CIVR) que, en un comunicado, remarca que la etiqueta común es «comprensible por los consumidores de todo el mundo» y que, a pesar de que el prefecto prometió una reunión para debatir la decisión, no ha habido jefe y que el ministerio de Agricultura tampoco los ha dado ninguna respuesta.
Así pues, los productores nordcatalans y occitanos se exponen, si no cambia nada, a perder una ‘denominación’ que, si bien puramente geográfica, ha acontecido una marca conocida por los consumidores de todo el planeta y que, por lo tanto, los podría causar una caída de las ventas, con el perjuicio económico que esto podría suponer. Además, está claro, del problema de que hacer con las botellas que ya están etiquetadas puesto que, según la Dirección regional de alimentación y bosques (DRAF) esta normativa tendría que entrar en vigor a partir de la añada 2025.

